Unas horas le bastan a Ferhat para localizar al supuesto secuestrador de Asli y su sobrino. Sin embargo, Cüneyt no le permitirá saber la verdad y dispara cuando está a punto de confesar. "No tengo elección", dice Cüneyt, que no puede recoger los cinco millones que pertenecen a su tío, que van a a parar a manos de Yigit, que inmediatamente se lo entrega a Namik para saldar deudas con él. Ya no le debe nada.
Con dos de los secuestradores muertos, Ferhat trata de proteger a Asli y alejarla de Estambul para que se recupere de la muerte de su hermano. Su relación se sigue estrechando y por primera vez Ferhat habla abiertamiente de sus sentimientos y del día más doloroso de su vida. "Mi padre cayó herido de muerte. Me sentí paralizado. Era un crío. No creí que mi padre fuera a morir allí. Un niño no lo piensa. Crees que tu padre no puede morir nunca porque es tu fortaleza", le cuenta a Asli, que sigue desolada por la trágica muerte de su hermano.
Mientras, los acontecimientos de precipitan. Un testigo revela a la policía que Yeter fue quien intentó asesinar a Namik, y aunque él asegura que todo es un error, la policía la detiene. Sin embargo, él no está dispuesto a permitirlo. Namik le pone el mejor abogado pese a la oposición de Idil, a la que revela su gran secreto. "Perdimos nuestro hijo pero Ferhat vive. Ferhat es mi hijo y no pienso perderlo por esos celos. No voy a permitirlo bajo ningún concepto".
Sorprendentemente, la detención de Yeter trae algo bueno a la familia. Rota de dolor por el desprecio de su hijo Yigit, por primera vez le cuenta los sacrificios que tuvo que hacer tras la muerte de su padre y el sufrimiento con el que ha vivido a lo largo de todos estos años. Sorprendido y emocionado por la confesión de su madre, Yigit reflexiona e inicia un acercamiento a ella, que le reconoce su delito y su gran secreto. "Yo disparé a Namik. Hace años él mató a una mujer que yo conocía. Estaba enamorada de él y lo veía como un héroe. Se quedó embarazada pero Namik dijo que no podían casarse. Quedó destrozada y cogió a la pobre chica y tuvo que casarla con un humilde barbero. Ese día, esa chica murió. Dio a luz al niño y se llamó Ferhat." La confesión de Yeter destroza a Yigit.
Después de confesar a Yigit su triste historia, Yeter se encuentra con Namik. A pesar de las buenas intenciones del padre de Ferhat, no está dispuesta a aceptar su ayuda. Destrozó su vida y ha llegado el momento de que pague por ello. "He dicho todo lo que tenía que decir ante el fiscal. Yigit lo sabe todo. Tenía derecho a saberlo. Mis hijos tienen derecho pero tú me lo arrebataste. Ya no lo soporto más. Yigit sabe que eres el padre de Ferhat. A partir de ahora tendrá una razón más para odiarte y después de esto nadie podrá evitar las consecuencias. Se acerca tu final".