Homenaje al estilo de Robin y los Bee Gees: una vida de éxito y looks extremos

Ha fallecido Robin Gibb. La saga de los Bee Gees ha resultado un tanto maldita. También Maurice y el hermano pequeño, Andy, han perdido la vida. Ya sólo queda Barry. Y es una pena porque han sido unos músicos que nunca han ido de divos por la vida, siempre han sido sencillos y sonrientes. De hecho, siempre mantuvieron que no habían inventado nada, que el secreto de su éxito era adaptar música negra ya inventada tiempo atrás. Eso sí, lo hicieron con unos inigualables falsetes y luciendo unos estilismos que todavía están temblando los fotógrafos que los inmortalizaron, que no han sido pocos porque los Bee Gees son de los pocos artistas que pueden presumir de haber tenido éxito en todas las décadas pop del siglo XX: los 60, 70, 80 y 90. Algo de lo que sentirse orgulloso si no fuera porque también tomaron los excesos estilísticos de cada década. Repasémoslo: Años 60: La década de la explosión de la música pop vino primero con jóvenes embutidos en chaqué que, conforme se fueron dejando el pelo largo, empezaron a meterse en trajes de todo tipo de color. Aquí los Bee Gees lucen sus trajes grises, pero Maurice ya se atreve con una chaqueta con puñetas muestra del romanticismo que impregnaba la época. Estas chaquetas venían de las Camisse Rosse garibaldianas y las hicieron muy populares los Beatles del Sgt, Pepper o Jimi Hendrix.

Hacia la alegría por el exceso. En los 70 se fueron de madre las curvas de los diseños, desde los de una americana a los de una casa, pasando por un coche y acabando en un peinado. Los cuellos de las camisas se salieron del marco. Los complementos masculinos, a modo de gargantillas y cadenas de oro, hicieron hasta del más humilde poeta todo un proxeneta. Mención especial fue en el caso de los Bee Gees, que al principio de la década atravesaron un pequeño bache creativo, los peinados. Robin y Barry, en esta instantánea impagable, ponen de manifiesto una cuestión de peso ¿cepillo y tenacillas para hombre? ¡Claro que sí!

A finales de los 70, con a llegada de la New Wave y los revivals de los 50, los Bee Gees eran repudiados por medio planeta excepto sus incondicionales. Los aficionados a la música tenían un gran empacho con la música disco y, de pronto, las americanas gigantes y los pantalones pata de campana se convirtieron en casposos. Los Bee Gees edulcoraron su música y se llenaron de motivos cursis. Perdida la onda de los tiempos, les tocó ir a por las presas fáciles del mercado.

Llegan los 80. Pelos crepados y americanas con vaqueros. Algunos, lavados a la piedra. El calzado deportivo deja atrás al botín de tacón cubano. Empieza la posmodernidad y, como prueba de ello, las gafas que lleva aquí Robin, muy habituales ahora mismo, en pleno revival ochentero en el siglo XXI.

Y el problema que tienen los 80 en pleno revival es ¿hasta dónde seremos capaces de llegar? Pelos crepados se han visto, pero americanas con hombreras todavía no. ¿Reminiscencias a un look pirata pata-palo corsario de los mares? ¿Habrá alguien capaz? Robin y compañera dieron ese paso sin miedo.

En los 90, afortunadamente, los Bee Gees no cayeron en el look vagabundo que trajeron los vientos de Seatle, pero, ya mayores, lo más chirriante de los años 80 seguía presente en sus vestuarios. En la imagen, Barry con gafas de aviador, melena de luchador de Pressing Catch y, rematando, camiseta sin mangas. Sí, son imágenes tomadas en nuestro planeta.