La tenista bielorrusa Victoria Azarenka se ha hecho mundialmente famosa en el Open de Estados Unidos por el desmayo que protagonizó en la pista y que registraron las cámaras de todo el mundo. Una foto que nos ha impactado y que simboliza la fuerte competitividad y el estrés que existe en el tenis femenino, dentro y fuera del terreno de juego.
Las tenistas seducen por su habilidad con la raqueta, pero también porque tiene su morbo verla ligeras de ropa derrochar energía, como demuestra la foto realizada en 1971 por Martin Elliot o el increíble reportaje que mostraba hace poco The New York Times. La imagen de Azarenka por los suelos nos recuerda que aunque parezcan diosas son humanas. Hacemos un repaso en fotos a nuestras favoritas.
Anna Kournikova además de ser un icono sexual es una de las más perseguidas por los paparazzi. Pareja desde hace años de Enrique Iglesias, hace tiempo que está retirada pero en su día estuvo entre las 10 mejores jugadoras del mundo. Su carrera terminó pronto pues descubrió que su imagen en el papel cuché podía ser más rentable que su destreza con la raqueta. Su tipazo y su predisposición para posar para las cámaras son dos de sus rasgos legendarios. Es de las que prefiere los tacones a las zapatillas.
Lo del uniforme blanco nuclear con falda de tablas es raro verlo a estas alturas en el circuito profesional. Bethanie Mattek-Sands es una de las tenistas que más moldes rompe por su atuendo en la pista. En la imagen la vemos con unos calcetines negros altos propios de una colegiala o de un jugador de rugby, pero también la hemos visto lucir una equipación dorada. No es de las que se ganan la vida haciendo posados pero despierta pasiones entre los recogedores de pelotas.
Algunas contrincantes se han quejado de los gritos que pega María Sharapova en los partidos, incluso dicen que son comparables a los de un orgasmo. Su espectacular físico la ha hecho ser imagen de marcas deportivas y en sus sesiones de fotos en bikini demuestra al mundo que tiene un cuerpo 10. El reportaje que realizó para la edición española de GQ nos deja claro que pocas pueden competir con sus larguísimas piernas.
Las hermanas Serena y Venus Williams están entre las preferidas por los fotógrafos deportivos. No es de extrañar, pues la gran potencia física que despliegan en las pistas las hace ser muy temidas. Siendo como son las dos puro músculo no parece que lo tengan fácil a la hora de posar para revistas, aunque a Serena la hemos visto darle a la raqueta en tacones y a Venus fotografiada en bikini en Sport Illustrated.
A Melanie Oudin no la vamos a ver en casi ninguna foto fuera de la pista pero dentro de ella es todo un filón para los fotógrafos, que siempre tienen sus teleobjetivos listos para captar las increíbles expresiones que muestra en los partidos. Y es que por sus 168 centímetros parece poca cosa en comparación con otras pero es la viva imagen de la entrega. Nadie celebra como ella una victoria.
