Si ustedes estaban convencidos que el azul marino y el negro se repelían en términos de moda, borren esa idea de la cabeza. En una campaña sin parangón, las celebrities se empeñan en convencernos de que la otrora horrible combinación puede hasta ser bonita. Pasen, pasen y vean.
Victoria Beckham, por ejemplo, continúa con su camino al altar de la moda mezclando a su antojo piezas negras y azul marino. No hace mucho que se puso un vestido azul de su colección para el próximo otoño y lo combinó con un cinturón y unas botas infinitas. Ambos complementos eran negros. Quedaba ideal. La embajadora de la moda británica presentó su colección en Harvey Nichols con una camisa negra (con ribete blanco) y una falda azul marina. Otra vez impecable.
También tiene el truco pillado Beyoncé. Aunque en la imagen en la que lleva un burruño que creemos es Blue Ivy le vemos un look muy de andar por casa, la mezcla de pantalones de cuero negros, gorro negro y abrigo azul marino no se ve para nada estridente. Si me apuran, la single lady también pasa el examen cuando elige un estilismo bicolor más formal (y se viste, casualmente, de Victoria Beckham).
Kate Middleton, aunque copiando los estilismos de su madre, puede presumir de saber combinar un vestido azul de Issa con cinturón y salones negros. Inés de la Fressange, auténtica realeza en términos de moda, pasó el examen con matrícula de honor al vestir vaquero azul con blazer negra en el último desfile de Chanel.
Dicen que la regla para no fallar es que el azul no sea tan oscuro que se confunda con el negro en la oscuridad, ya que si se parecen mucho la gente pensará que se han vestido ustedes así sin darse cuenta. Vamos, que se note que la decisión es premeditada, como podríamos comprobar en uno de los últimos estilismos de Kristen Stewart. Una falda azul klein que casa a la perfección con una chaqueta negra.