La infanta Cristina se retoca la cara: ya no tiene uno de sus signos faciales más característicos

La infanta Cristina protagoniza una de las portadas de este miércoles. Y el motivo no tiene nada que ver con la actualidad rosa que le ha rodeado estos últimos meses. Su nombre no ha estado implicado con algún lío de su padre, el rey emérito. Tampoco con un nuevo capítulo de la historia de amor entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. En esta ocasión, su presencia en los quioscos la ha provocado su nuevo aspecto físico.

Tal y como pudimos comprobar el pasado 1 de julio en el 25º aniversario del Programa de Cooperación Internacional de la Fundación 'La Caixa', la hermana mediana del rey Felipe VI ha decidido pasar por quirófano para retocarse el rostro. Un cambio físico evidente del que tenemos pruebas gráficas y para el que, según asegura Lecturas, lleva preparándose desde hace meses, poco después de que se hiciese oficial su separación del padre de sus cuatro hijos.

En palabras de la revista, la que fue duquesa de Palma cuenta "con un aspecto cada vez más cuidado y rejuvenecido". Y detrás de eso hay trabajo. El medio ya mencionado ha confirmado que pocos días después de que su ruptura se convirtiese en noticia la infanta se apuntó a un gimnasio cercano a su domicilio en Ginebra, Suiza, donde reside actualmente junto a su hija Irene. Allí se deja ver con asiduidad y suele acudir, según Lecturas, tres veces por semana para ponerse en forma.

La nueva Cristina de Borbón

Sin embargo, si hay algo que llama la atención de esta nueva Cristina es la desaparición de la verruga que siempre ha tenido entre la nariz y el labio superior. Aunque se desconoce el porqué de esta intervención, perder este elemento que tanto protagonismo tenía en su rostro ha sido algo que no ha pasado desapercibido en su última visita a Barcelona, el que fue su hogar durante sus años gloriosos junto a Urdangarin. El hecho de que llevemos dos años cubriéndonos la cara con mascarillas para protegernos de la pandemia nos hace imposible fechar el momento exacto en el que la infanta se eliminó este signo facial tan característico.

Lejos quedan aquellas primeras (y buscadísimas) instantáneas en las que veíamos a Cristina de Borbón con el rostro alicaído tras airearse su situación familiar. Ahora, según asegura su entorno, se niega a esconderse y a mantenerse en silencio a pesar de que su aún marido continúe haciendo vida pública junto a Ainhoa Armentia, con la que ha sido fotografiado por ¡Hola! paseando por las playas de Bidart (Francia) "tras superar una crisis".