¿Por qué el orden de aplicación de los productos sí importa en una rutina de belleza?
El orden de los factores sí altera el producto, y más en tu rutina de belleza
Te contamos cuál es el orden adecuado a la hora de aplicarte los productos y por qué
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El mundo de la belleza y el cuidado de la piel ha evolucionado enormemente en las últimas décadas, con una variedad infinita de productos disponibles. Sin embargo, más allá de la elección de los productos, el orden en que los aplicas puede marcar una gran diferencia en la eficacia y los resultados de tu rutina de belleza. Eso de ‘el orden de los factores no altera el producto’, no es aplicable en el ámbito beauty, ni con las cremas ni con el maquillaje.
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Así lo explica la makeup artist, Agatha Ortiz. "Trabajar en la industria del maquillaje y la belleza me ha enseñado la importancia de respetar el orden de aplicación de los productos. Los sérums y tratamientos deben aplicarse antes de las cremas hidratantes y las bases. Esto garantiza que los ingredientes activos lleguen a la piel sin obstrucciones, maximizando sus beneficios. Por ejemplo, los productos a base de agua, se utilizarán antes que los más espesos y basados en aceites, ya que las fórmulas más ligeras tienden a tener moléculas más pequeñas y pueden penetrar mejor en la piel", cuenta y añade que comienza cada sesión asegurándose de que la piel esté limpia y preparada para recibir los productos. “Esto significa limpieza, tonificación y, por supuesto, hidratación”.
La importancia de seguir un orden
No hay duda de que con una rutina bien estructurada, puedes potenciar la salud y la apariencia de tu piel, logrando resultados más efectivos y duraderos. Aquí va una pequeña guía con la que equivocarse resulta prácticamente imposible.
Primero, una buena limpieza. Resulta esencial, ya que elimina las impurezas y prepara el cutis para absorber mejor lo que se aplique posteriormente. Los limpiadores deben preceder a cualquier tratamiento o hidratante para garantizar que los poros estén libres de obstrucciones y listos para recibir los beneficios de lo que se aplique a continuación. En cuanto a las cremas, sellan la hidratación y deben aplicarse después de estos productos más ligeros y acuosos. Esta capa final ayuda a retener la humedad en la piel y a prevenir la pérdida de agua.
Lee atentamente las etiquetas de los cosméticos. Algunos ingredientes pueden interactuar de manera negativa entre sí si se aplican en el orden incorrecto. Por ejemplo, la vitamina C y la niacinamida son conocidas por tener ciertas incompatibilidades, por lo que es importante aplicarlas en momentos diferentes durante la rutina de cuidado para evitar irritaciones o reducción de su eficacia.
Respeta los tiempos. Entre cada cosmético, es importante dar tiempo suficiente para que se absorba antes de aplicar el siguiente, por mucha prisa que tengas. Esto evita la dilución de productos y ayuda a que cada capa trabaje de manera óptima.
¿Y qué pasa con el maquillaje?
En este caso y por mucho que haya tendencias que aboguen por jugar con un producto antes que otro determinado, Agatha comenta que lo más normal suele ser el siguiente orden: “Tras limpiar e hidratar la piel, conviene el uso de un primer que haga que el maquillaje se fije mejor. Después aplicaremos la base y a continuación el corrector en los puntos que haga falta y lo extenderemos con pequeños toquecitos. En mi caso me gusta pintar los ojos y trabajar las cejas para aplicar después el rubor, tanto con colorete como con polvos de sol. Por último, sello el resultado con polvos traslúcidos (o spray fijador o de agua termal) y por último perfilo y pinto los labios; aunque cada uno solemos tener nuestra propia técnica y preferencias”, concluye.