Kate Middleton y el príncipe Guillermo han celebrado su decimocuarto aniversario de bodas -se casaron el 29 de abril de 2011- viajando al territorio donde se conocieron, Escocia. En concreto, han elegido la isla de Mull y todas las miradas se han dirigido al cabello de la princesa. Y es que a pesar de que la madre del príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis se caracteriza por un estilo muy clásico con toque 'british', de vez en cuando implementa algunos cambios en su imagen, como ha sido el caso.

La princesa de Gales ha sido siempre fiel al color castaño natural de su cabello que suele llevar en un largo por debajo de los hombros, aunque en algunas etapas lo ha llevado más corto. También ha jugado con el flequillo, llevando uno estilo mariposa que desató una gran fiebre alrededor de este estilo. Sin embargo, es la primera vez que vemos un cambio de color tan significativo en el pelo la princesa y es que ha abandonado su castaño natural para adentrarse en el terreno de las rubias.

La princesa ha llevado a cabo un cambio sutil en el que su color, que ya era un castaño con una base bastante clara. Ahora luce un rubio dorado con un acabado muy brillante que se aprecia mucho mejor bajo el sol. La princesa lleva una melena muy larga que además desfila en la parte más próxima al rostro. De medios a puntas, además, se aprecian unas grandes ondulaciones no demasiado marcadas que le confieren al 'hairlook' un aspecto más natural.

La princesa se une con esta nuevo color a la tendencia más marcada de las últimas temporadas: los rubios naturales que se confunden con castaños y rehúyen de marcadas decoloraciones y otros estilos mucho más radicales como las mechas 'balayage' o las mechas californianas, de las que ya prácticamente nadie se acuerda. Además de la princesa han sido muchas las influencers y celebrities que se han sumado a estos tonos naturales. En el caso de algunas creadoras de contenido como María Pombo o Laura Escanes han aparcado las mechas en tonos de rubio mucho más pronunciados para volver a sus colores naturales. Con estos sutiles cambios, la princesa consigue una imagen muy actual, sin perder esa esencia tradicional que siempre ha destilado.

La pareja real ha sorprendido con una imagen muy estudiada en estas primeras fotos que han compartido en su viaje. Ambos lucen camisa en azul clarito aunque la acompañan de diferente manera. Ella ha puesto sobre ella una americana de doble botonadura con estampado de espiga en tonos marrones, ha añadido un pantalón pitillo en tono oscuro que ha complementado con un cinturón y, por último ha sumado unas botas planas. El hijo de Carlos III, por su parte, ha optado por una americana gris de cuadros y pantalón azul marino. En la muñeca izquierda ha añadido un reloj y ha lucido barba, una imagen que le costó aceptar a su hija, tal y como el mismo explicó.

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