Cómo cuidar el pelo después de los 60 años: 6 consejos prácticos que debes conocer
Con los cuidados adecuados, es posible mantener el cabello fuerte, saludable y con buen aspecto durante esta etapa de la vida
Nieves Álvarez se corta el pelo y se decanta por un flequillo muy rejuvenecedor: "Cambios"
Cada tipo de cabello tiene unas necesidades específicas que ayudan a mantenerlo sano, nutrido, brillante y alejado del frizz y aunque siempre hayas gozado de una salud capilar envidiable, con el paso de los años no solo cambian la piel y el cuerpo, el cabello también se transforma y es necesario cambiar la manera de cuidarlo.
A partir de los 60 años es habitual notar transformaciones evidentes en la textura, el color, el volumen y la salud general del cabello, cambios que son completamente normales y forman parte del proceso natural de envejecimiento. No obstante, con los cuidados adecuados, es posible mantener el cabello fuerte, saludable y con buen aspecto durante esta etapa de la vida.
Cambios que se producen en el cabello a partir de los 60
La aparición de canas es uno de los signos más visibles del envejecimiento capilar. Aunque las canas pueden llegar a edades tempranas por diversos factores, a partir de los 60 sucede porque el cuerpo genera menos melanina, el pigmento responsable del color del cabello.
Otro de los cambios más evidentes que se producen con la edad es que el cabello se vuelve más fino y escaso, ya debido a una disminución en la producción de estrógenos, ya a factores genéticos o por el envejecimiento natural del folículo piloso. También con los años disminuye la producción de sebo por las glándulas sebáceas, de manera que el cabello se vuelve más seco, áspero y propenso a la rotura.
Finalmente, el ciclo de crecimiento del cabello se acorta y los folículos pasan más tiempo en fase de reposo, lo que reduce el ritmo de crecimiento.
Consejos prácticos para cuidar el cabello después de los 60
El envejecimiento capilar es un proceso inevitable, no obstante, existen recursos eficaces para mantener el cabello en su mejor estado, tanto en lo que se refiere a la rutina capilar, como a cambios en ciertos hábitos de vida saludables.
El cabello necesita hidratación siempre, pero con el paso de los años es imprescindible. Lo ideal es optar por champús sin sulfatos y acondicionadores nutritivos con ingredientes como aceite de argán, jojoba o manteca de karité. También es necesario habituarse al uso de mascarillas capilares hidratantes al menos una vez por semana, aunque lo ideal es utilizarlas siempre tras el lavado.
También es aconsejable evitar el calor excesivo, ya que el uso frecuente de herramientas de calor contribuye a dañar el cabello maduro. Lo ideal es recurrir a protectores térmicos siempre que se vaya a aplicar calor en el pelo.
Para mantener el pelo sano también es necesario deshacerse de las puntas abiertas, porque pueden provocar la rotura completa de la fibra capilar. El único modo de evitarlo es recortándolas regularmente, cada 6 u 8 semanas.
Si notas una pérdida de densidad capilar excesiva, puedes consultar con facultativos la posibilidad de recurrir a suplementos de biotina o colágeno que reduzcan la caída y prevengan el adelgazamiento de la fibra capilar y le aporten elasticidad al cuero cabelludo.
Una manera eficaz de favorecer el crecimiento sano del cabello nuevo es masajeando suavemente el cuero cabelludo, de este modo se estimula la circulación sanguínea y se mejora la salud del folículo piloso.
Finalmente, recuerda que beber agua suficiente y mantener una alimentación equilibrada rica en proteínas, hierro, zinc, omega-3 y vitaminas del grupo B pueden mejorar sustancialmente el aspecto de tu cabello.
Te puede interesar
Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail