La cantante, que promociona ahora su tercer álbum, '25', es la protagonista de la portada de Vogue marzo, donde ha dicho: "Me gusta mi apariencia, me gusta quién soy y todo lo que me rodea". Su estilo de vida es más saludable que nunca y a sus cambios de hábitos (fuera tabaco, mucho deporte y poco alcohol) la alejan de ser la persona que una vez reconoció que podía beberse "una botella de vino al día". Lo ha hecho para "coger resistencia para su 'tour' mundial" -que llega a España en mayo-.
Mucho ha tenido que ver en este cambio el haber sido madre: "Angelo me hace sentir muy orgullosa de mí misma. Cuando lo tuve me sentí realmente viva. Tenía un propósito de vida, que antes no tenía". "Ya no me preocupo por cualquier tontería", dice en la entrevista con Hamish Bowles.
Lo ha demostrado en la gala de los Grammy, donde algunos problemas técnicos enturbiaron su actuación. En Twitter ha comentado con humor que "estas cosas pasan". Esto no achica a la cantante, que ha ganado en ediciones anteriores diez de estos premios musicales. Adele lo tiene claro y sabe en qué lugar colocar sus prioridades: "Lo primero es mi hijo, lo segundo yo y lo tercero mi trabajo".