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El microbob es una variante del corte de pelo bob cuyo largo alcanza una medida situada entre la oreja y la mandíbula que ayuda a estilizar los rostros redondos y al mismo tiempo aporta horizontalidad a las caras afiladas, ayudando a equilibrar los rasgos, a alargar el cuello y a rejuvenecer el rostro.
A pesar de todas sus virtudes, se trata de un corte de pelo arriesgado con el que no muchas mujeres se atreven, aunque esta temporada haya encontrado fieles adeptas entre caras conocidas de todos los ámbitos: actrices como Michelle Jenner, Mariana di Girolamo o Emma Corrin, modelos como Meadow Walker, Freja Beha, Jia o Taylor Lashae, influencers como Marta Cygan o artistas plásticas como Katharina Kaminski.
Hay varios factores que se deben tener en cuenta para elegir el corte microbob que mejor se adapta a tu rostro: el largo de la melena, si quieres un corte recto o escalado, si deseas o no llevar algunas capas y, finalmente, si apuestas por combinarlo con flequillo. Si te decides por este corte, aquí te damos las claves para que aciertes con el que mejor te va.
El bob es un corte de pelo cuyo largo suele alcanzar la mandíbula. Cuando el corte es más largo se llama long bob y puede llegar a rozar el hombro. Si la medida es más corta se denomina microbob y está delimitado entre la mandíbula y la oreja.
Se puede llevar con el pelo liso o rizado, con o sin alguna capas e incluso combinado con un flequillo, pero lo que realmente define a este corte de pelo es su asociación con la mujer moderna. Su origen se remonta a la Primera Guerra Mundial, aunque fue en los años veinte cuando llegó a convertirse en el corte de pelo de la mujer liberada.
Cómodo, con chispa y fácil de manejar, el microbob consigue además transformar el estilo de quien lo lleva aportando muchas dosis de sofisticación y esta temporada vuelve a ser una seria tendencia.
El microbob es un corte mucho más versátil de lo que en principio parece y se puede adaptar para favorecer a todo tipo de rostros. Si tu cara es alargada, apuesta por un microbob muy corto y sin capas, para que coja volumen en sentido horizontal y ayude a equilibrar los rasgos. Si tu cara es redonda o cuadrada, lo ideal es un microbob que llegue casi a rozar la mandíbula y escalonado de atrás hacia adelante.
La opción de combinar este corte de pelo con un flequillo favorece si apuestas por un largo más allá del lóbulo de la oreja y un flequillo poco espeso por encima de las cejas, aunque puedes optar por uno desfilado para suavizar las facciones.
Para quienes tienen el pelo fino, lo ideal es optar por cortes con numerosas capas que aporten movimiento y volumen al cabello. Si apuestas por un microbob, asegúrate de crear capas tanto en la coronilla, para que se levante la raíz, como en las puntas, para darle movimiento.
Si tienes el cabello grueso y no es necesario añadir más volumen, apuesta por un corte recto o desfilado de atrás hacia adelante, de este modo consigues que el pelo pese más y caiga en forma de cortina sin abrirse hacia los lados. Puedes alisarlo o darle forma a las puntas secándolas con un cepillo redondo hacia adentro o hacia afuera.
El microbob con pelo ondulado es un corte con mucha personalidad. Puedes llevarlo con raya en el centro o usarla a un lado si buscas replicar el estilo de los principios del corte bob y a las ondas que se hacían con tenacillas. Si tienes el pelo ondulado el corte debe ser muy preciso porque cuanto más corto lo lleves, más tenderá a encogerse.