· ¿Esto cómo va?
El efecto parece de broma, pero el 'packaging' y el proceso de aplicación van muy en serio. Una especie de gelatina que se mezcka con una ampolla y se unta con una brocha especial como si, literalmente, te estuvieras barnizando la cara. Se deja secar durante unos 30 minutos, según indica en sus instrucciones y después se retira con agua tibia. Es mientras se seca la gelatina cuando empieza a aparecer el efecto arrugas, con un aspecto similar a los 'filtros envejecimiento' que ofrecen algunas apps. Si eres de esas personas que no aguanta la espera mientras el producto hace efecto, tirar de 'selfies' con esta mascarilla te ayudará a matar el tiempo.
"La caja decía 'esperar una intensa tirantez', pero tío... esto es realmente tirante. Más vale que mi cara vuelva a su sitio después de que me lave #ParezcoSlothDeLosGoonies", escribía January Jones.
· Qué efectos promete
A Drew Barrymore la ha conquistado: "Tira. Se pone tan tirante que literalmente tira de tu cara. Véase en la foto. Pero te hace ver tan fresca cuando te lavas... Y es tan efectiva (...) Ha cambiado mi vida". Hanacure promete tersar la piel haciéndote rejuvenecer (paradójicamente). Otra de sus funciones que recalcan muchos de los prescriptores de belleza que las usan es la de ayudar a combatir el acné. Tampoco falta el brillito especial en la piel postmascarilla.'
· Hablemos de precio
No es barata nivel mascarillas de sábana. Pertenece a la gama de cosmética coreana más sofisticada y ya con su embalaje y la brocha especial que necesitas para su aplicación puedes intuir que no se trata de un producto más. Se puede comprar en su página web y en dos formatos. Si quieres un set de prueba, que incluye la gelatina, la ampolla y la brocha, su precio ronda los 30 euros. Si te lanzas a lo grande o ya te has convertido en habitual, puedes hacerte con ella en un 'pack' de cuatro usos por unos 100.