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Después de los meses de verano es muy posible que nuestro pelo se encuentre con poca vida y que su luminosidad haya desaparecido. Del mismo modo, nuestro rostro sufrirá las consecuencias de la temporada de sal, cloro y sol. Así, podrá verse más seca y con alguna que otra imperfección. Por eso, el otoño será el mejor momento para comenzar a cuidarse las distintas partes del cuerpo y a intentar proporcionarles esa vida que pueden haber perdido con el verano, momento en el que deberías haber intentado cuidar de tu piel, aplicando protector solar, exfoliándola e hidratándola. Todo esto será muy importante en el día a día, pero más aún cuando decidamos tomar el sol de forma directa. Respecto al pelo, deberías haber utilizado cualquier tipo de producto indicado para protegerlo de agentes externos.
Con el verano, tu pelo, debido a su exposición al agua del mar y al sol, tenderá a secarse bastante. Además, si tienes alguna decoloración o mechas, estas tenderán a aclararse consiguiendo un tono bastante oxidado que no favorecerá demasiado. La piel sufrirá mucho al estar expuesta al sol, mucho más si no has utilizado protector solar. Hay que tener cuidado también con el bronceado, ya que este quedará muy bonito, pero también conllevará una pérdida de agua importante, así como de la hidratación de nuestra piel.
Una vez que haya pasado el verano, lo primero que tendrás que hacer será valorar cómo tienes el pelo. Si lo tienes demasiado quemado, lo mejor será que cortes por lo sano. No siempre será la mejor idea, pero sí lo más óptimo para darle una nueva vida. Por eso, si tienes el pelo muy seco, las puntas abiertas y se te enreda con mucha facilidad, lo mejor será que pases por peluquería y le des un nuevo aspecto a tu look. Eso sí, si no quieres, no tiene que ser un corte demasiado radical, no tienes porque deshacerte de tu melena. Solo cortando las puntas, ya conseguirás que tu pelo tenga un nuevo aspecto.
Lo más importante, tras estos meses de verano, será que el pelo tenga una buena hidratación y nutrición. La exposición al sol hará que este pierda agua y, por tanto, que tienda a secarse. Por eso, lo más recomendable es que acudas a una peluquería, donde te realicen algún tratamiento que sirva para hidratar tu pelo. En caso de que no quieras gastarte mucho dinero, siempre podrás hacer alguna mascarilla casera.
Una que será bastante efectiva es la compuesta por aceite de almendras, miel y plátano, y que podrás realizar en pocos minutos. Para ello, necesitarás los ingredientes antes citados y un recipiente. Una vez pelado el plátano, machácalo con la ayuda de un tenedor. Cuando esté totalmente triturado, vierte dos cucharadas soperas de miel y una cucharadita pequeña de aceite de almendras. Mézclalo bien y aplícala en el cabello durante, al menos, 30 minutos. Eso sí, será muy importante que no utilices secador ni plancha tras el lavado.
Como ya hemos comentado, además del cabello, la piel también se verá afectada por las inclemencias del tiempo. El principal problema que notará nuestro rostro será un envejecimiento cutáneo, que será más prematuro en aquellas mujeres que son adictas al sol. Por eso, será tan importante el uso del protector solar, aunque nuestro último fin no sea tomar el sol y solamente salir a dar un paseo. Para tener una piel hidratada, tersa y tonificada, lo mejor será hacer una buena exfoliación, tanto en la cara como en todo el cuerpo. También, una buena opción será aplicarte un sérum antienvejecimiento, para intentar retrasar la aparición de las arrugas.
Además, para nuestro cuerpo deberemos buscar una loción que sea hidratante y, también, tonificante, para que nos hidrate y, a la vez, podamos combatir la flacidez. Para la piel del rostro, lo mejor será que te hagas con una crema nutritiva. Tanto para la piel como para el cabello, será muy importante identificar aquello que necesita cada parte de nuestro cuerpo. Por eso, será muy importante conocernos y saber cómo estamos. Así, podremos darle los productos adecuados.