Manicura degradada, paso a paso: aprende a hacerla tú misma sin salir de casa

  • La tendencia tie-dye ha llegado hasta las uñas, lo ha hecho de muchas formas y una de ellas es siguiendo una misma línea de color

  • A pesar de que la manicura degradada es una tendencia de lo más original, es más fácil de conseguir de lo que podemos imaginar

Las uñas sencillas, monocolor y de tonos sobrios, a pesar de que se siguen llevando, parecen cosa del pasado, relegadas a un segundo plano por estilos más elaborados y originales. Además de uñas estampadas con flores, entre otros estampados, otra tendencia que no se deja de repetir en Instagram es la manicura degradada.

Hablamos de aquella que también se conoce como manicura difuminada, porque está compuesta de dos colores que siguen la misma línea de tonalidades, pasando normalmente de la más clara a la más oscura. Pero como ocurre con todo lo que se refiere a las tendencias del nail art, no hay normas escritas, así que se puede dejar volar la imaginación y en lugar de usar dos colores de tonos similares, apostar por otros complementarios o incluso que contrasten pero que se fundan, o incluso usar más de dos colores. La única regla es que tienen que imitar un degradado, es decir, hacer que los colores se difuminen fundiéndose unos con otros.

Se trata de una de las manicuras que más están de moda y que más se solicitan en los salones de manicura, pero lo mejor es que la puedes hacer tú misma sin salir de casa. Y es que, a pesar de lo original que es y del efecto que crea, es muy sencilla de recrear, porque tiene truco. ¿Te atreves?

Qué se necesita para hacer la manicura difuminada

Antes de saber cómo hacer la manicura degradada, hay que tener en cuenta todo lo que se necesita para hacerla. Se necesitará una lima de uñas, un quitacutículas, aceite para cutículas, una base alisadora, dos colores o tres, una esponja de maquillaje no demasiado porosa y un esmalte top coat.

Paso a paso para hacer la manicura degradada

Lo primero que haremos será separar las cutículas y quitar las pielecitas que sobren. A continuación, limaremos las uñas y después de lavar las manos aplicaremos aceite para cutículas, nutriendo la raíz de la uña y evitando que se levanten las piececillos. Después aplica la base alisadora y deja que se seque adecuadamente.

Cuando ya esté seca, aplica el que será el color base o el que esté más cerca de la raíz de la uña, es decir, el que está por debajo. Da igual el tono que sea, puede ser más claro o más oscuro que el otro o los otros dos colores que le pueden acompañar. Daremos dos capas. Es fundamental que para pasar al siguiente paso dejemos secar perfectamente la capa base de las uñas, porque sino se marcarán y estropeará el resultado.

Después, tomaremos la esponja de maquillaje, recuerda que debe ser poco porosa, y pintaremos sobre una de sus caras dos franjas horizontales (o más, si hay más de dos colores), uniéndose al final de la primera y al inicio de la segunda, es decir, creando una unión central. Ahora, “sellaremos” cada uña con la esponja, procurando que el color que queramos arriba quede justo al filo de la uña, y el otro color, el mismo del que hemos pintado la base, debe coincidir con la base.

Para que sea más sencillo y el degradado de todas las uñas quede más o menos simétrico, con las bandas del mismo tamaño, lo mejor será dibujar las dos franjas sobre una cartulina o papel y difuminar el centro con un pincel fino para obtener ese degradado o difuminado de los dos colores. Si lo hacemos directamente con la esponja, se difuminará directamente con el sellado, dando varios toques sobre cada uña.

Aunque hacerlo directamente con la esponja parece más sencillo, lo cierto es que será más complicado hacer el estampado simétrico, pero el color puede ser más potente, ya que se aplica directamente. Aún así, lo mejor, es que si no eres una experta del nail art, es que lo hagas paso a paso, con el método de la cartulina y el pincel. Un truco para que ese método salga bien es que no escurras demasiado el pincel de la laca de uñas cuando pongas la pintura sobre la cartulina. Además, usa siempre la misma esponja, procurando que los colores coincidan, aunque cambiaremos de cara o extremo cuando se llene demasiado de pintauñas, y dando solo un par de toques cuando se aplique la pintura sobre la uña.

Este paso, a diferencia del de la base, lo haremos tan solo una vez, ya que sino será imposible hacer los colores. Pero no debemos preocuparnos porque sea demasiado transparente, ya que habremos puesto pintura suficiente sobre la esponja y la base, que también aportará opacidad.

Una vez hayamos difuminado con la esponja, veremos cómo el resultado no ha quedado liso, ya que la esponja, aunque lo sea poco, siempre será algo porosa, Por eso, cuando se haya secado un poco el esmalte, aplicaremos un top coat transparente para dar brillo y quitar el resultado mate que ha dejado la esponja y además hacer que dure más.

Temas