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Al margen de las modas, de las que es difícil escapar, el maquillaje de la reina Letizia ha evolucionado con el paso del tiempo, experimentado una evidente transformación desde sus primeros actos oficiales como prometida de Felipe de Borbón hasta la fecha en que es reina consorte de España.
Recién llegada a la casa real apostaba por un maquillaje en tonos neutros de acabado mate y excesivamente planos que, lejos de aportar frescura a su piel, restaban naturalidad y añadían peso a su rostro.
Con el tiempo, a medida que se fue sintiendo más cómoda en su papel de esposa del futuro rey, comenzó a experimentar y arriesgar con sombras y labiales intensos, especialmente en actos de etiqueta, e incorporó a las que se convirtieron en las grandes aliadas de su mirada: las extensiones de pestañas.
Sus actuales looks de belleza no están en ninguno de estos dos extremos. Sus preferencias por las bases opacas han dado paso a maquillajes más luminosos, las sombras de ojos planas han pasado a ser más naturales y difuminadas y en cuanto a los labios, sus preferencias actuales son los labiales de base natural y acabado gloss.
El primer cambio y uno de los más llamativos en el look de belleza de la reina Letizia está en el tratamiento de la piel. El uso de bases de maquillaje demasiado saturadas y de acabado mate ha dado paso a bases más ligeras combinadas con iluminadores. Con este pequeño cambio ha conseguido que la piel se vea mucho menos compacta y más hidratada.
Desde que la conocemos, es en el maquillaje de ojos donde más ha experimentado la reina Letizia. En una primera etapa era habitual verla marcar la línea de agua inferior con un delineador verde, sombras en tono champán y pestañas maquilladas con varias capas de máscara.
El primer cambio que se aprecia en el maquillaje de ojos es la sustitución del delineador verde por uno marrón a ras de las pestañas, tanto superiores como inferiores, combinado con sombras de ojos ocres y el uso de extensiones de pestañas, trucos que contribuyen a abrir la mirada y aponer todo el foco en los ojos.
En el último año apuesta por un maquillaje de ojos más natural, en el que el delineado se realiza de manera mucho más sutil con sombras de ojos marrón que combina en el párpado con tonos melocotón para potenciar el color verde de sus ojos. En cuanto a las pestañas, parece haber dejado de lado las dramáticas extensiones de pestañas buscando un look de belleza más natural.
En cuanto a los labios, siempre ha apostado por los labiales de acabado gloss, aunque ha experimentado cambios en cuanto al color. Al principio, cuando buscaba a toda costa la naturalidad, se decidía por tonos neutros de base marrón que dejaban los labios en un segundo lugar, pero daban al rostro un aspecto plano.
Con el tiempo comenzó una etapa de experimentación en la que incluso se atrevió con tonos de rojo intenso y acabado brillo que en ocasiones, combinados con un maquillaje de ojos potente, hacían que el maquillaje se viera demasiado pesado.
En los últimos años, sus labios están a medio camino entre los tonos iniciales y los rojos intensos. Ahora prefiere los labiales en colores cercanos al color natural, pero en tonos sutiles como el cereza, el rosa o el melocotón, siempre de acabado brillo, que aportan juventud y frescura al rostro.