1. Aplicar bien el corrector: no es lo mismo iluminar parecer un oso panda
En muchas ocasiones extendemos mal el corrector de ojeras, dejándonos cercos blancos que son de todo menos favorecedores. Hay que extenderlo hasta que casi no se aprecie e incidir en los contornos, para eliminar la marca entre la piel limpia y el corrector. Puedes aplicarlo antes o después de la base. Nuestro consejo es: si no eres muy experta, aplícalo antes, así la base podrá disimular los pequeños fallos.
2. La base de maquillaje: ni dejarnos contornos ni parecer un Dorito
La aplicación de la base de maquillaje suele ser el error por excelencia. Un error garrafal, porque como su propio nombre indica, es la base de todo nuestro maquillaje. Si esta no está correctamente aplicada, nuestro trabajo no servirá para nada.
Solemos equivocamos con la elección del tono. Muchas mujeres se aplican, por error o a conciencia, un tono más oscuro o más claro que el de su piel. ¡Esto debe acabar! Si haces esto el resultado será muy artificial y se notará en exceso. A la hora de elegir el tono, asegúrate muy mucho de que sea el mismo que tu piel (pide ayuda si es necesario) y, por supuesto, que cubra bien sin necesidad de que gastemos medio bote. Si echamos mucha base nuestra piel dará una sensación grasa y de suciedad.
Otro fallo suele venir a la hora de aplicarlo. Todo tiene su ciencia y aquí no iba a ser diferente. No puedes empezar por donde a ti te dé la gana. Lo ideal es comenzar en el centro e ir hacia los contornos, aplicándolo con ayuda de una esponja y siempre con pequeños toques circulares, llegando hasta la raíz del pelo. A menudo, cuello y orejas nos delatan: recuerda, también se maquillan. Si haces todo esto, el error garrafal y el ir hecha un cuadro puede ser historia.
3. El colorete tiene menos ciencia, pero tiene: con estos trucos podrás bordarlo
Pasarte tampoco es bueno en lo que al colorete se refiere. Y te decimos más: si tienes la tez más blanca, te favorecerán los tonos rosados, mientras que si eres morena, serán los tonos tierra los que te vayan mejor. Un gran error reside en el momento de aplicarlo: solemos hacerlo desde la zona próxima a la nariz hacia las orejas. ¡Mal! Debes hacerlo al contrario, de arriba hacia abajo, para que el mayor golpe de color quede en los pólumos y los resalte más. De nada.
4. Máscaras de pestañas, sí, grumos y colores no, por favor
Son muy sencillas de aplicar, pero siempre hay que tener en cuenta dos claves donde normalmente nos equivocamos. Menos es más, así que mejor llevar poca máscara siempre es preferible a excedernos. Corremos el riesgo de que nos queden grumos, lo cual estropea mucho nuestra mirada. Otro pequeño 'tip': a la hora de aplicarlo, la zona de la tapa (por donde lo agarramos) tiene que quedar hacia fuera de la cara, sino es posible que nos manchemos la nariz y estropearemos todo nuestro trabajo. Por cierto, absteneros de maquillar las pestañas con máscaras de colores. Por muy de mdoa que ponga un tono, cuando hablamos de nivel no experto las posibilidades de pifiarla se multiplican.
5. Eyerliner o el delineado que solo podrás hacer si eres la doble de Amy Winehouse
El error más común es la forma de dibujar la línea. No todos los ojos son iguales y, por lo tanto, no todos se pueden delinear igual. Dependiendo del tamaño o forma de tu ojo, varía tanto la forma como el grosor. Consejo: si tienes los ojos pequeños no te pintes la raya inferior, es decir, la zona de agua. Esto hará que tu ojo parezca mucho más pequeño.
6. Pintalabios sí, siempre: pero corres el riesgo de parecerte a Jocker
El pintalabios es nuestro mejor aliado si dispones de poco tiempo para maquillarte. Eso sí: si no tienes buena mano o gran pulso, abstente de usar perfiladores. El color... No todos valen, según tu tono de piel te favorecerán más unos u otros. Comer, beber, hablar, dar besos… Necesitas un labial de larga duración: si no quieres acabar tu jornada pareciéndote a Jocker, con las comisuras manchadas de pintalabios, consejo: aplícate base para pintalabios, que aunque no lo creas resulta muy útil para fijan más tu labial.
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