El concepto es un paso más al ya manido "metrosexual" y, según el estudioso que lo acuñó, el periodista Mark Simpson, se refiere a una serie de representaciones "que iconográficamente contienen elementos del deporte y el porno (especialmente gay), caracterizadas por la centralidad de un cuerpo ostentosamente manufacturado".
Aunque no lo creas, la evolución del físico de Mario Casas desde 2009 representa a la perfección el término de "depornosexual", abanderado por una generación de actores que, dirigidos especialmente al público gay y adolescente, se corresponden con un cuerpo "ostentosamente manufacturado". El hombre pasa a ser objeto de deseo, sin complejos. Y eso Mario lo lleva con orgullo.