Paula Echevarría intentó cuidarse físicamente durante la gestación de Miki y ha continuado haciéndolo después de su nacimiento. De hecho, pocos días después de dar a luz a su segundo hijo, la actriz anunciaba que había decidido volver a la carga para ponerse en forma lo antes posible. La intérprete recurría en ese preciso momento a su entrenadora de confianza con el propósito de recuperar cuanto antes la figura que tenía antes del embarazo. Sin embargo, parece que lograr su objetivo no está siendo nada sencillo.
Consciente de la lentitud de este progreso y del tiempo que se prolongará, la intérprete ha ido mostrando la evolución de su figura en redes. De hecho, nueve meses después de dar a luz, la asturiana colgaba una fotografía desde el gimnasio de su casa, donde se encontraba “recuperando el tono”.
La intérprete bromeaba con su estado físico y confesaba que este año había pedido a los Reyes Magos “recuperar el tono muscular”. Una petición que habría sido devuelta por sus Majestades de Oriente con una respuesta clara y concisa: “cúrratelo guapa”. Entre risas, aseguraba que se había tomado esta recomendación al pie de la letra: “Aquí estoy, no hay descanso”, comentaba Paula, que es consciente de que sin esfuerzo no habrá recompensa. “Eso sí, me han dado permiso para zamparme un buen trozo de roscón”, se consolaba.
Sus sacrificios y su rutina están dando ya sus resultados, y así lo están notando amigos y seguidores de la actriz en esta fotografía, donde se aprecia su torso tonificado. “Lo has hecho muy bien y estás genial”, aplaudía su fuerza de voluntad una usuaria. “Nada es gratuito. Enhorabuena por tu esfuerzo”, le felicitaba otro. “Estás espectacularmente recuperada. Eso es esforzarse”, aplaudía otra más su constancia.
Paula explicaba en su reaparición pública tras repetir en la maternidad que no hubiese podido posar justo después del parto, momento en el que pesaba 25 kilos más que cuando se quedó embarazada. Sus cuatro claves para este evidente y espectacular cambio físico han sido la “alimentación” -a nuestro compañero Torito le reconocía que llevaba cuatro meses sin probar ni un solo hidrato de carbono-, “ejercicio, algunos tratamientos y tranquilidad dentro de lo que es tener un bebé recién nacido”.