Cómo reparar el pelo dañado por el tinte: cinco trucos para que tu cabello vuelva a ser el de siempre

Salir de la peluquería con el pelo recién teñido es un subidón: el color está impecable y el cabello luce brillante como por arte de magia. Ahora bien, este efecto puede durar menos de lo que queremos si no tenemos en cuanta que los cabellos teñidos necesitan mimos y cuidados extra. Si no, el cabello tiende a resecarse y el color puede alterarse dándonos algún que otro susto. Si te has saltado esos cuidados especiales y notas que el pelo ha comenzado a estropearse, es hora de que descubras cómo reparar un cabello dañado por el tinte. Si combinas estos trucos y rutinas, en muy poco tiempo volverás a tener el cabello de tus sueños.

Nutrir e hidratar

Algo que no deberíamos pasar por alto nunca es aplicar productos hidratantes y nutritivos a nuestro pelo, sea natural o teñido. Pero en el segundo caso, si te saltas el acondicionador y la dosis de mascarilla semanal, no habrá nada que puedas hacer por tu pelo. Si por la razón que sea no era un paso que estuviera en tu rutina capilar, no puedes esperar ni un día más. Reserva, si quieres, la mascarilla para usar una única vez a la semana, pero dejando que cumpla su función y esperando el máximo de tiempo que puedas antes de realizar el aclarado. 

Usa el peine adecuado

No todos los peines y cepillos son iguales, y merece la pena invertir en uno que no encrespe el cabello y evite al máximo la rotura de las fibras capilares. El cabello teñido se vuelve más frágil y quebradizo, así que procura utilizar peines o cepillos que sean de madera. 

Bye, bye, planchas

Planchas, rizadores, cepillos eléctricos, secadores a altas temperaturas… No se trata de un adiós definitivo, pero sí de darles unas pequeñas vacaciones hasta que el cabello se recupere. Las herramientas de calor aumentan la deshidratación capilar, queman el pelo y favorecen que se rompa y se abran las puntas. Si no te queda más remedio que usar las planchas o el rizador, procura que sea a baja temperatura y siempre, siempre, siempre, aplica antes un protector térmico. 

Espacia los lavados

No es necesario que laves el pelo a diario. De hecho, si lo haces, evitas que el cuero cabelludo pueda hidratar el pelo de manera natural con su propia grasa, que es la que más hidratación aporta al pelo y las cutículas. Además, elige un champú suave o especial para cabellos teñidos, y a la hora de secar el pelo utiliza una toalla y retira el exceso de humedad presionando, pero sin frotar. 

Cortar las puntas

El pelo necesita sanearse cada cierto tiempo y más si está estropeado. Puede que te dé pereza o no quieras sacrificar ni un centímetro de melena, pero merece la pena cortar un poco ahora no tener que hacer un corte más drástico dentro de unos meses. Te alegrarás cuando veas cómo mejora el aspecto del cabello en general con las putas saneadas.