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Las mechas son la opción más demandada para conseguir iluminar el cabello y el rostro sin necesidad de cambiar el color de base de nuestro pelo. A la hora de elegir, las tendencias de color para el cabello pueden despistarnos un poco, porque parece que cada vez encontramos más nombres diferentes para hablar de mechas. Pero lo cierto es que podemos resumirlas todas, sin entrar en matices, en dos: las babylights y las balayage. Ahora bien, ¿cómo son cada una de ellas y cuál es la que más nos conviene? Te contamos las diferencias, las similitudes y te damos las pistas para que elijas las que más te favorecen.
Estas mechas hacen referencia a un tipo de coloración y su éxito es incuestionable desde hace muchos años. Y es que permiten dar un cambio de color, añadiendo un extra de luz, sin necesidad de recurrir a una coloración completa. Se trabaja por todo el cabello con mechones muy finos, seleccionados de manera estratégica, para conseguir una coloración más clara que el color de base.
La coloración se aplica desde la raíz hasta las puntas, para conseguir un acabado uniforme y muy natural, logrando que el cabello se vea más claro. Se huye del efecto monocromático y se busca uno similar al que ofrece el cabello de los bebés cuando les da el sol en verano.
El término balayage hace referencia a una técnica más que a un tipo de coloración. Viene del verbo frances “balayer”, que significa barrer, y eso es lo que se hace al aplicar estas mechas, un barrido por el cabello a mano alzada. A diferencia de las babylights, las balayage dejan la raíz intacta y se trabajan de medios a puntas, por lo que una de sus grandes ventajas es que no genera efecto raíz.
Los mechones se eligen con la idea de crear un efecto degradado, que aporte mucho movimiento al cabello y que tenga un acabado natural, combinando diferentes tonalidades. La diferencia entre la raíz más oscura que las puntas es muy favorecedora porque se hace de manera gradual.
En principio, tanto las babylights como las balayage son una excelente opción para dar luz al rostro y la melena, por lo que elegir puede resultar complicado. Seguramente uno de los puntos claves es el mantenimiento de cada una de ellas, porque ya hemos visto que las babylights se aplican desde la raíz, mientras que las balayage no, por lo que precisan menos visitas a la peluquería.
Pero hay otros puntos que podrían ayudarte a saber cuáles son las que más te convienen. Por lo general, las babylights favorecen más a quienes tienen el cabello fino o una melena no muy densa. Y no importa que tengas el pelo corto o una melena XL, porque al trabajarse desde la raíz no necesitan una longitud mínima.
En cambio, las balayage requieren que tengas el pelo largo. A mayor longitud de cabello, mejor se aprecia el degradado que se busca con esta técnica y el acabado en más bonito. En un bob corto, por ejemplo, no se apreciaría apenas. En cualquier caso, antes de decidirte, no dudes en consultar con los profesionales de tu salón de belleza, porque sabrán aconsejarte para que des con las que más te favorezcan.