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La caída del pelo puede ser una preocupación puntual entre el otoño y el invierno, la que se conoce como ‘caída estacional’. Se trata de una parte fundamental en el ciclo anual del cabello, la fase de reposo, y es totalmente normal. Sin embargo, hay otras muchas razones que pueden hacer que se te caiga el pelo. En Divinity te hablamos de las causas más habituales y de algunos tratamientos naturales para evitar la caída.
El pelo está regenerándose continuamente. Cada uno de los que tenemos en la cabeza vive entre 2 y 6 años, y todos pasan por una serie de fases, que se pueden simplificar en crecimiento, estancamiento y caída. De media, se estima que perdemos entre cincuenta y cien pelos a diario.
El problema llega cuando no se repone el pelo tan rápido como se cae. Se cree que en España, "entre un 35 y un 40% de las mujeres a partir de los 50 años presentan alopecia androgénica (la más común)", contaba a Divinity.es la Dra. Lidia Maroñas, dermatóloga de Clínica Dermatológica Internacional y miembro de la Unidad de Salud Capilar.
Hay muchos factores que nos pueden llevar a perder más pelo de la cuenta, y dependiendo del motivo tendremos que probar un remedio u otro. Uno de los más habituales es el estrés; aquí no hay más solución que resolver este problema para recuperar nuestra melena.
Otra de las razones que pueden llevarnos a perder el pelo es una dieta poco equilibrada: si no conseguimos darle a nuestro cabello los nutrientes suficientes, perderá queratina. Para recuperarla, los especialistas suelen recetar vitaminas, para que el folículo crezca más fuerte.
La edad, la genética, la anemia, las enfermedades tiroideas o el abuso del champú y del secador, así como los peinados que tiran de los folículos del cabello, también pueden acelerar la caída del pelo. Ahora bien, si hablamos de alopecia, tendremos que ponernos siempre en manos de un médico.
Hay miles de remedios, leyendas y trucos que prometen evitar la caída del cabello, pero no todos funcionan. Entre los que se ha demostrado que no tienen efecto están el raparse o cortarse el pelo, dejar de usar gomas del pelo, ya que el folículo va a producir a la misma velocidad tiremos nosotras del pelo o no, o lavarnos el pelo con menos frecuencia. Nuestro pelo acumulará menos caspa o sequedad, pero no afectará al folículo en absoluto.
Así las cosas, hay una serie de ingredientes que pueden ayudarnos a frenar la caída, como el aceite de almendras y el de romero: con tan solo unas gotitas, masajeamos el cuello cabelludo después de lavarlo y lo dejamos secar, sin aclararlo. También el té verde, que tiene muchos antioxidantes, puede fortalecer nuestro cabello. Basta con preparar una taza, dejarla enfriar y verterla sobre el pelo, después de lavarlo, como un tónico. Aunque no afectará al folículo, dejará el cabello mucho más sedoso.
Otros productos, como el aceite de oliva o la cebolla, también mejoran el brillo del pelo y refuerzan los folículos pilosos, respectivamente. En el caso del segundo, basta con extraer el jugo y dejarlo actuar media hora (dejará un olor fuerte, pero si funciona, ¡habrá merecido la pena!) y con el primero, tendremos que echar un par de gotitas en el cabello y masajearlo. Después, lo dejamos reposar unos 15 o 20 minutos, como un sérum, para después continuar con la rutina de limpieza habitual. Otro producto de nuestra nevera que podemos aprovechar son los huevos, que previenen la caída del cabello. Para ello, cogemos cuatro claras, las batimos y, una vez tenga una textura unificada, aplicamos la mezcla en el cuero cabelludo, masajeando con movimientos circulares. Después de media hora, aclaramos con agua tibia y seguimos el lavado como siempre.
Si ningún remedio natural nos sirve o nuestro problema es más grave, lo mejor será acudir al médico o a la farmacia. Allí encontraremos decenas de productos para evitar la caída del cabello, que se pueden agrupar en tres categorías: los que ayudan a fortalecer el pelo y el cuero cabelludo, como medida preventiva a la alopecia, los productos cosméticos para tener un cabello más sano y los que cuentan con nutrientes y principios activos para frenar la caída. Cada caso es un mundo, y tu farmacéutica podrá recomendarte la ampolla o pastilla específica que mejor funcione contigo.