{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Cada vez son más las técnicas que existen para evitar la cirugía pero aún así poder cambiar aquello que nos gustaría que fuera de otra forma o, incluso, que nos supone algún problema de nuestro cuerpo. Una de las que más está en boca de todos últimamente es la rinomodelación.
A pesar de que para muchos no es un término nuevo, se trata de una técnica de vanguardia y como tal, aunque está desatando el furor, sigue siendo una gran desconocida y suscitando todo tipo de dudas. Y estas son siempre malas consejeras porque pueden hacer que algo que es un acierto o la técnica adecuada para nosotras, termine siendo descartada por miedo.
Así que, para que nada quede en el aire, hemos querido contar con la ayuda de la Doctora Victoria Sunkel, responsable de la Unidad de Medicina Estética Facial y Corporal en Face Clinic clínica de cirugía y medicina avanzada que ofrece servicios de Cirugía Maxilofacial, Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, Medicina Estética, Odontología, Trasplante capilar y Dermatología. La especialista responde a todas que surgen en torno a la rinomodelación desde lo más básico a lo más desconocido. Empecemos por el principio.
Hasta ahora, hemos desvelado, para todo el que no tuviese ni siquiera una pista de lo que era la rinomodelación que era corregir o modificar algo de la nariz sin pasar por el quirófanos para someternos a una operación quirúrgica. Pero no es lo único que hay que saber. “La rinomodelación es la corrección estética de la nariz sin cirugía utilizando para ello implantes de relleno, los cuales inyectamos en las zonas o puntos deficientes, que presentan depresiones para así darle un aspecto más estético y recuperar la armonía”, señala la doctora.
Como indica su definición, lo que podemos conseguir con la rinomodelación es corregir ciertos detalles de la nariz, en concreto, “podremos indicarla como tratamiento de la punta nasal, dorso de la nariz (en el que podamos tener algún hundimiento), nariz aguileña, en caso de presentar una ligera giba”, señala. Por ejemplo podremos conseguir un nariz ancha. “Podremos, así mismo, subsanar irregularidades causadas tanto por traumatismo o alguna cirugía previa”, es decir, sirve para remodelar la nariz.
Pero hay que tener en cuenta que la rinomodelación no sirve para subsanar problemas graves de nariz, como los que tienen que ver con la respiración: “La rinomodelación se realiza solo con fines estéticos, no va a arreglar problemas funcionales de la nariz, es decir, no estaría indicada en problemas funcionales o respiratorios, en esos casos deberíamos acudir a la cirugía. Indica la especialista de Face Clinic. “Tampoco está indicada en narices muy grandes”, añade.
Como ya hemos comentado, la rinomodelación se realiza a través de infiltraciones con las que se inyectan los materiales para corregir los aspectos que deseemos de la nariz. Estos, según apunta Vitoria Sunkel, pueden ser ácido hialurónico o hidroxiapatita de calcio.
Además, se trata de un procedimiento rutinario, como el bótox o el relleno de labios, que no implica ninguna recuperación ni postoperatorio, ni seguir ningún paso ni recomendación concreta. “El procedimiento es muy sencillo, siempre que sea realizado por un médico entrenado en la técnica, se lleva a cabo en consulta, tras la realización de una historia médica y un estudio del tratamiento a realizar, no tiene periodo de recuperación, pudiendo volver a su vida cotidiana de inmediato”, asegura la doctora, también profesora de Máster de Medicina Estética de las Universidad de Alcalá de Henares, Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Rey Juan Carlos. Es decir, que, aunque debas evitar el día que tengas una cita o evento después, en general, puedes hacerlo en cualquier momento libre de tu agenda.
Otra de las preguntas que más se hace la gente no solo sobre la rinomodelación, sino sobre todos estos procesos que no precisan de cirugía para modificar alguna parte del cuerpo o del rostro, es si son permanentes o tienen fecha de caducidad. Lo cierto es que, la mayoría de ellos, suelen necesitar de retoques para que se sigan manteniendo, porque los materiales con los que se realizan acaban desapareciendo o deteriorándose.
En concreto, con la rinomodelación ocurre que, “al ser un área con muy poca movilidad, la duración del tratamiento es mayor”, apunta Victoria, pero la duración suele ser, en concreto de "uno o dos años según el material empleado.”
Por su parte, hay que tener en cuenta que siempre habrá que pensar que los resultados y también el tiempo podrán variar en función de cada persona, sus necesidades, características y circunstancias. Por eso, antes de realizar una rinomodelación o cualquier otro procedimiento, aunque sea sin cirugía, lo mejor es consultar con un especialista para que nos aclare o no si este es el tratamiento o técnica que nos corresponde o cuáles son las alternativas que propone.