Tan común como incierto: razones por las que se sueña que se caen los dientes o el pelo

  • Soñar que se te caen los dientes es uno de los temas más habituales cuando dormimos, aunque no por eso significa lo mismo para todos.

¿Te has levantado sobresaltada esta noche, después de soñar que se te caen el pelo o los dientes? Seguro que, como tú, miles de personas a lo largo y ancho del globo han tenido la misma experiencia. Según el portal estadounidense Typical Dream Questionnaire, dedicado a documentar las experiencias oníricas más universales y reunir los estudios al respecto, soñar que se te caen los dientes es una de las cinco temáticas más recurrentes en todo el mundo.

El análisis de los sueños ha variado a lo largo de la Historia, pero siempre ha resultado obsesivo para los seres humanos. Cada cultura tiene su propia tradición interpretativa, que ha ido evolucionando conforme lo hacían las tecnologías y sociedades; en conjunto, se asume que los sueños tienen un mensaje escondido, aunque no siempre tenemos las claves para descifrarlos. Pero, ¿qué significa soñar que se te caen los dientes? ¿Puede la psicología dar una explicación común para todas las personas que se despiertan sobresaltadas, palpándose los colmillos?

La historia de los sueños

Los estudios sobre los sueños tienen una larga tradición. En civilizaciones mesopotámicas se consideraban expresiones divinas, y en Egipto se han encontrado jeroglíficos que representan sueños premonitorios. De hecho, destaca aquel texto del Génesis en el que se lee cómo el faraón soñó con siete vacas flacas paseando por el Nilo, lo que interpretó como una inminente sequía que terminó siendo cierta. Muchas culturas consideraban que estas imágenes oníricas tenían habilidades premonitorias, aunque hoy por hoy se les otorga una capacidad más analítica que adivinatoria.

Parte de la culpa la tienen Freud y su texto ‘La interpretación de los sueños’, todo un punto de inflexión en este campo. En dicha obra, el austriaco relacionó los sueños con expresiones del inconsciente, representaciones de frustraciones y anhelos. Su discípulo Carl Jung también dedicó parte de su vida a analizar lo onírico, y concluyó que todos compartimos unos símbolos heredados, cuyo significado depende de la sociedad en la que hayamos crecido, y que aparecen constantemente en nuestros sueños.

Quizás por eso hoy demos un significado único a soñar con la caída del pelo, la muerte de un ser querido o con dinero. De vuelta a la caída de los dientes, para Freud sería el símbolo de una sexualidad muy reprimida, y para Jung el paso inequívoco por un luto, la superación de una pérdida. Sin embargo, hoy por hoy la mayoría de los psicólogos prefiere apostar por una interpretación de los sueños pegada a las experiencias y el desarrollo de cada individuo.

¿Qué son los sueños?

Pero vayamos por partes: queda definir la materia que tratamos. Para empezar, el sueño es un proceso biológico activo y universal del cerebro. Las producciones oníricas suelen aparecer durante una fase concreta del mismo, la REM (rapid eye movement, por sus siglas en inglés), en la que el cerebro se encuentra muy activo y se bloquean las neuronas motrices, impidiendo el movimiento de la persona. La actividad cerebral es similar a la de la vigilia, sube el ritmo cardiaco y la presión arterial.

Ahora bien, ni todo el mundo recuerda lo que sueña ni todo el tiempo que dormimos lo pasamos soñando. Todo esto, así como de la aparición de pesadillas, depende de la propia vigilia: el estrés, la cafeína o el alcohol son tan solo algunos de los factores que pueden condicionar un descanso placentero y, por tanto, sueños más o menos frecuentes o vividos.

En cualquier caso, y en lo que respecta al propio significado de los sueños, algunos autores contemporáneos han tratado de clasificar en diccionarios los símbolos oníricos. De soñar que se cae el pelo, por ejemplo, se ha dicho desde que se trata de miedo a la vejez hasta que es un signo de baja autoestima o miedo al rechazo social. Sin embargo, como ya hemos dicho los expertos recomiendan relativizar todas estas lecturas más simples y asépticas y tratar de encontrar conexiones con la vida diaria.

¿Cómo podemos tratar los sueños?

La única forma de conectar los sueños con los hechos que ocurren en el día a día es dejarlos por escrito. El mejor momento para hacerlo es a primera hora de la mañana, cuando se es plenamente consciente del sueño y aún no han entrado en la cabeza las preocupaciones y el estrés diario. Un diario de sueños permitirá establecer las conexiones oníricas con tu día a día, pero también los temas oníricos más recurrentes a lo largo de los años.