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Tamara Gorro es una de las personas con más seguidores en Instagram. Gracias a ello ha conseguido tener un vínculo muy importante con su familia virtual. La mujer de Ezequiel Garay comparte gran parte de su vida tanto personal como profesional en sus redes sociales. Hace unos días fuimos testigos del nuevo retoque estético al que se ha sometido, con el que aseguró que se le va "a desfigurar la cara".
La youtuber acudió a una clínica para realizarse un tratamiento que ella misma denomina como ‘heavy’. “Os voy a orientar, me he hecho un tratamiento, ¿veis cómo brilla la cara? He puesto un filtro porque da un poco de grima. Se me va a desfigurar un poco la cara, os lo iré enseñando durante estos días aunque da bastante grima”, contaba.
Aunque aún no conocemos en qué consiste, la de Móstoles ha querido mostrar cómo va su proceso. En su tercer día de tratamiento, Tamara ha enseñado a sus seguidores a través de sus stories de Instagram cómo se encuentra su rostro en este momento. Hemos podido ver cómo la piel de sus mejillas ha comenzado a levantarse, nada que ver con la frente donde, como ella misma ha señalado, aún no se ha producido ningún cambio.
La madre de Shaila y Antonio se caracteriza por ser una persona muy natural y así lo demuestra en sus redes. La influencer se ha reído de sí misma mostrando un vídeo en el que escribía lo siguiente: “La cara llena de potingue. Granos y marcas al descubierto. Pellejos colgando: la realidad".
Hace unos días pudimos saber que Tamara tenía una infección en uno de sus dedos. Lo que parecía algo bastante leve se acabó agravando hasta convertirse en una pesadilla para la mujer de Ezequiel. Tras una buena celebración del 33 cumpleaños de su marido, la de Móstoles acabó en urgencias, y se derrumbaba en el coche tras explicar a la familia virtual lo mal que lo estaba pasando.
Casi de manera diaria, la extronista comparte toda su evolución sobre el estado de su dedo. Tras volver a urgencias y tomarse los antibióticos correspondientes, la mujer del futbolista ha confesado que después de cinco días la situación evoluciona a mejor: "Me duele mucho menos y está menos hinchado".