Aitana Ocaña puede ser la gran pionera de esta nueva era del flequillo corto. Yo lo tengo claro: desde que apareció en televisión, este corte de pelo se ha vuelto trending topic. Pero hay un lado oscuro en este corte de pelo, pequeños detalles que pasamos por alto, ciertas circunstancias que en el momento de subidón no somos conscientes pero que después de un mes con flequillo nos hace pensar qué hemos hecho. Tranquilas, no os preocupéis, porque hoy os traigo los mejores trucos para hacer de este un peinado mucho más llevadero y confortable.
Lo peor del flequillo es lo rápido que se ensucia, ¿verdad? Es un rollo estar un día entero por ahí, volver a casa y darte cuenta que tu flequillo se está empezando a abrir y que lo tienes graso y pegado a la frente. Pues bien, el champú en seco es lo que necesitas. Si no tenéis este producto en casa, también podéis utilizar polvos de talco, una alternativa mucho más sencilla pero a la vez más difícil de aplicar. Al tratarse de un polvo blanco, tenéis que fijaros bien en el resultado final y aseguraros de no tener residuo blanco en la raíz.
Peinar el flequillo, en mi opinión, es lo más complicado. Conseguir la forma deseada a veces es demasiado difícil, pero en mi caso la solución ha sido empezar a peinarlo con secador. A la vez que siento que el pelo no se daña tanto que con las planchas, consigo un efecto mucho más despejado y natural, es decir, no me queda tieso.
Pero sin duda lo más difícil es quitarte el flequillo de la cara. Por eso, en el vídeo de hoy os traigo un par de trucos para apartar el pelo de la cara sin perder la forma. Esto suele ocurrir cuando queremos maquillarnos o simplemente para no tener pelos en la cara, y para ello utilizo pinzas o pañuelos. De esta forma, no dañamos la forma del peinado y no necesitamos humedecerlo para darle forma de nuevo.
Si quieres saber más trucos para afrontar este peinado de la mejor forma posible, tienes que ir al cuadrado con mis cara y darle al play. ¡Puede que te sorprenda! Y una cosa más, puede que este corte de pelo sea muy difícil de llevar, pero lo bien que sienta vale la pena.