¿Puedes realmente casarte en la playa? Guía práctica para sobrevivir a la burocracia

divinity.es 20/03/2016 18:49

Es curioso como todo va adquiriendo sentido. O, dicho de otro modo, como voy comprendiendo el 'modus operandi' del resto de parejas. ¿Sabéis cuando vas de moderna, te propones hacer las cosas distinto al resto de gente, y la lógica de lo establecido te explota en la cara? Pues eso me ha pasado, que he entendido por qué la gente prepara sus bodas.

No quiero sonar alarmista, pero intuyo que existe un conspiración judeo-masónica que quiere acabar con el matrimonio (y probablemente tengan razones para ello). Tiene que ser un complot, porque si no no se entiende que en el siglo XXI, en un país en el que puedes echar más dinero a la zona azul con tu coche a dos calles y tú en una cafetería, tengas que hacer tanto papeleo para casarte. Y que te digan tantas veces que no.

- ¿Casarte en la playa, en el lugar del banquete o en el huerto de tu abuelo? En la mayoría de las provincias es ilegal, pues ninguna boda fuera de las oficinas o dependencias del registro civil o del edificio municipal están permitidas, y las debe oficial el juez de paz, un concejal o el alcalde.

- ¿Casarte a escondidas, sin que nadie lo sepa? Imposible, es obligatorio que tanto en el registro civil primero como en el ayuntamiento o juzgado después dos testigos acrediten vuestra relación sincera y libre.

- ¿Daros el 'sí' en la otra punta del mundo? Un soberano tostón, que depende de si uno de los dos novios son residentes en el país del enlace, si el lugar tiene una legislación matrimonial similar a la española y si se exige que registres la unión en el consulado español o a la vuelta a España.

Que conste que yo no pedía gran cosa (o eso pensaba). Mi humilde intención es celebrar mi boda en mitad de la nada, rodeados de verde, un sábado por la tarde. Pues no se puede. Primero porque no casan fuera de ayuntamientos o juzgados y segundo porque el sábado por la tarde los funcionarios... pues simplemente no trabajan. Existen lugares que son la excepción que confirma la regla, pero claro, tienes que tener la suerte de poder y querer casarte allá donde dejan sacar la documentación de la institución pertinente y/o pagar lo que se demande por trabajar fuera de horario laboral, si existe la opción.

¿Que por qué no estoy histérica? Porque la inscripción de mi matrimonio en el registro civil me importa un pepino, sinceramente (matrimonio me sigue sonando realmente antiguo). Y porque al margen de las negativas resulta que puedes contratar a un notario para casarte dónde y cuándo quieras o, de forma mucho más asequible, está la posibilidad de hacer lo que todo el mundo en el sector llama un paripé, que consiste en simular una boda con su lectura de fragmentos del código civil, su intercambio de anillos, su firma y su beso. Así, aunque no tiene ninguna validez legal, se hace cada vez más porque es una forma de celebrar tu boda a tu gusto cómo, cuándo y dónde tú quieres, ¡que al final es lo que importa!

Paripés vistos en Instagram: el primero de eventos.forever, segundo de ohhappywedding y tercero de eventos.foreverohhappyweddinglitoylola

Aclarado el concepto, y para ayudar a cualquier novi@ en potencia que me haya acompañado durante los largos y deprimentes cuatro párrafos anteriores, recopilo información útil, aderazada con mi experiencia, para casarse por lo civil, porque aunque optes por el paripé, en algún momento te tendrás que enfrentar a la temible burocracia. Coge papel y boli y acumula paciencia.

Primer paso: el certificado literal de nacimiento y el resto de documentación

La documentación necesaria para iniciar el trámite de la boda es idéntico en cualquier rincón de España. Fotocopias de los DNI, certificados históricos de empadronamientos de los dos últimos años y... el premio gordo: los certificados literales de nacimiento. Básicamente se trata de una fotocopia de la inscripción de tu persona en el registro civil de allá dónde naciste. Hasta aquí todo bastante lógico, la estupefacción llega cuando descubres que eso no está informatizado y que pedir que te lo escaneen y envíen por correo electrónico no se lleva. De esta forma, si uno de los miembros de la pareja nació en un punto a (véase el pueblo) y residís en un punto b (véase una ciudad cualquiera), tenéis que pedir al registro correspondiente que os manden por correo postal el documento en cuestión. Se pide aquí y tarda 15-20 días.

Segundo paso y siguientes: persigue una cita previa en el registro civil

¿Sabéis cuándo dicen que la justicia española está colapsada y que es una vergüenza y 'bla, bla,bla'? Pues yo creo que hablan del registro civil. La aventura para conseguir cita y presentar la documentación para iniciar el expediente matrimonial depende de cada provincia, pero el 75% de los registros civiles están a punto de explotar (ojo, que este dato no es muy oficial).

En nuestro caso, renunciamos a solicitar la instancia en Madrid porque nos avisaron que en seis meses era probable que no llegásemos a tiempo, y optamos por hacer el trámite en la provincia de mi chico, pensando que no habría dificultades y con la tranquilidad de que se solicitaba por internet. Já. Conseguir un hueco ha sido peor que comprar unas entradas para un concierto de los Rolling Stones: colapso en los servidores y pases agotados en segundos.

Nosotros hemos llegado hasta aquí, y parece que lo peor ha pasado (espero), pero ni mucho menos el 'sí, quiero' está atado. Queda acudir a la cita con testigos que aseguren que no nos casamos bajo presión o por conveniencia y armarse de paciencia para que alguna fecha cercana a la de la boda que tenemos planeada esté disponible. ¡Seguiremos informando!