Becky G: "Soy feminista, ¿tú quién eres para decirme a mí cómo ponerme sexy?"

divinity.es 07/07/2018 09:43

¿Te acuerdas de aquello de "a mí me gustan mayores/de esos que llaman señores/de los que te abren la puerta/y te mandan flores"? Lo cantaba hace no tanto Rebbeca Marie Gómez, más conocida como Becky G, la nueva estrella mexicana nacida en Los Ángeles que sigue de cerca la estela de JLo. Ahora vuelve a España con 'Sin Pijama', cantada a dúo con Nati Natacha, donde sigue esa cosa suya de reivindicar el 'girl power' a través, también, de lo sensual. "Hay gente que dice que hay machismo en mis vídeos, pero para mí no. Me dicen que cómo es que quiero empoderar a las mujeres si apenas tengo ropa encima. Yo digo: ¿y tú quién eres para decirme a mí cómo ponerme sexy?", nos explica en un hotel de Madrid.

Ya nos contó en la anterior entrevista que las letras de sus canciones eran una decisión consciente. Y que le encantaba que hubiese polémica porque eso quería decir que hacían pensar. Que movían el asunto. "Algunos critican mis temas, pero es porque una mujer los canta. Cuando un hombre dice 'solo en tu boca, yo quiero acabar' (canta), eso sí está bien. O cuando se dice 'Des-pa-ci-to' (canta). O la canción de 'Escápate conmigo’, que es mi favorita, que dice: 'Esta noche te quiero comer, te va a encantar' (canta). Y eso no es ni con doble sentido, es directo. Y aún así son las canciones más grandes del mundo de la música latina ahora mismo y nadie dice nada".

Esa es su faceta más pública. Redes. Plataformas. Números uno. Industria. El engranaje. Pero también hay otra cara. La íntima y familiar, de la que ella presume siempre que puede, porque, dice, es el ancla que le permite subirse a un escenario y viajar por medio mundo. "Mis abuelitos vinieron desde Jalisco sin saber inglés", dice. "Durante un tiempo lo pasamos mal y tuve que vivir en su garaje con mis tres hermanos, pero de aquella salimos más humildes y más fuertes", explica. Por eso entiende muy bien cómo se sienten los niños mexicanos a los que Trump ha separado de sus padres: "No me entra en la cabeza, me pone muy triste".

¿Pijama o 'piyama'?

(Risas) Pijjjjjama no es tan sexy. Prefiero piyama, pero la pronunciación española también está bien.

¿Tu abuelita mexicana cómo lo dice?

¡Piyama! Mis dos abuelitas son mis fans número uno, sobre todo si canto en español. Se ponen súper orgullosas. Viven en L.A., pero son mexicanas, como mis tíos, primos, padres y hermanos.

¿Cómo estás viviendo lo de Trump y los niños mexicanos?

Me pone muy triste. Están pasando muchas cosas y desde mi plataforma intento ayudar, porque me afecta de cerca. Yo ya nací en Estados Unidos, pero mis abuelos sí emigraron desde Jalisco. Podrían haber sido mis padres o yo. No puedo ni procesar el verme separada de ellos y de mis hermanos. Pero si algo bueno tiene esto es que estamos uniéndonos más que nunca y eso es muy importante.

¿Es cierto que cuando era pequeña tuvisteis que vivir los seis en el garaje de tu abuela?

Yo tenía nueve años y vivimos allí tres o cuatro años mis padres, mis tres hermanos y yo. Y fue muy difícil. Era chiquita, pero siempre digo que tengo alma de viejita, así que entendía lo que estaba pasando. Lo viví con mucha frustración: quería ayudar a la familia trabajando en una oficina o en un mercado, pero era pequeña y no podía. Así que empecé a hacer audiciones para ayudar y para no estar tanto tiempo en el garaje, porque éramos seis en un garaje chiquitito. Fueron los años en los que encontré mi pasión por la familia y la música y me dije que nada me iba a parar. Por eso entiendo muy bien la situación de esos niños. Cada persona tiene su historia y yo aprendí mucho de esa época. Me ayudó a crecer mucho como humana. En realidad tuvo algo de bonito porque salimos de esa situación más humildes y más unidos. No necesitas dinero ni las cosas materiales para ser feliz.

¿Cómo nació esta nueva canción?

La de 'Me gustan mayores' fue cuando mi abuela se enteró de que salía con mi actual chico, que es futbolista y parece más mayor, pero no lo es. Esta surgió de una conversación con amigas y desde el principio vi que tenía algo. Luego salió lo de cantar conmi Nati Natasha. Todas mis amigas y mis primas salen al final de la canción (risas) en una fiesta de pijamas. Lo más importante fue que éramos solo mujeres, que no iba a haber un hombre como protagonista, sino solo como una colaboración. Quería a dos chicas poderosas y empoderadas de la música urbana colaborando, que no pasa mucho. Dale 'pompompom'. Somos parte de un movimiento de las mujeres que espero que no pare.

¿Eres feminista?

Sí. Totalmente.

¿Una cosa que cambiarías desde ya?

El machismo. Lo deberíamos tirar a la basura ya mismo. Entiendo que hay algunas persona que vienen de otra generación y entonces todo era diferente, lo he vivido de primer mano en mi persona. Pero, a la vez, ¿tú quién eres para decirme a mi como artista mujer cómo debería expresarme? No me gusta cuando la gente habla de empoderar a las mujeres y de 'girl power' pero no actúan, no intentan hacer las cosas diferentes. Mi forma de ser feminista es hacer las cosas como yo quiero en mis canciones.

¿No crees que hay machismo en tus vídeoclips?

Hay gente que lo dice, pero para mí no. Me dicen que cómo es que quiero empoderar a las mujeres si apenas tengo ropa encima. Yo digo: ¿y tú quién eres para decirme a mí cómo ponerme sexy? La diferencia está en cuando una mujer decide sola cómo vestirse o en que sea un hombre quien te diga cómo vestir o hablar. Mira, yo en el vídeoclip de 'Sin pijama' me empeñé en que hubiese una historia, en que las chicas saliesen al final, en que saliese poco el chico. Si lo ves, es muy 'classy', tiene clase. Enseñamos la parte sexy, pero también el mensaje de que eso no es de verdad, no es lo que pasa en realidad de las fiestas de pijamas de las mujeres, que es lo que se ve al final. Las 'pijamadas' son pelos sin peinar, sin maquillaje, comiendo patatas… Eso no lo querían enseñar y yo me empeñé: si no había concepto y no era 'creative' no había vídeo. Si quieres un vídeo sexy te doy sexy, pero también lo otro. Esa es la diferencia. No es algo tan serio. No estoy curando enfermedades, solo estoy haciendo música. Somos número uno en España. Pues eso. Estamos haciendo lo correcto.

¿Cómo te va en España?

Me encanta Madrid y España en general. El vino, la comida, la gente, que es súper tranquila. Y los fans. La pasamos bien aquí.

Tu chico es futbolista, ¿no habrá quién os despegue de una tele con el Mundial, no?

Nos encanta. Estamos muy enganchados. Como para toda la cultura latina, el fútbol es parte de nuestra vida. ¡Me encantaría que hubiera ganado México!

¿Cómo hacéis para cuadrar agendas entre sus partidos y tus promos?

Es complicado, pero querer es poder. Tenemos épocas que nos vemos menos por los viajes, pero lo conseguimos. El amor es muy importante, pero la clave de que nos vaya tan bien es que somos amigos. Es como mi familia. De hecho, se lleva fenomenal con mi mamá y mi papá y mis hermanos. Y va a mi casa con ellos aunque yo no esté. Eso me hace sentir muy feliz y muy completa. Me da paz. Con la madurez hemos entendido que el tiempo de calidad es más importante que la cantidad. ¡Pero somos muy jóvenes! ¡Tenemos mucho que disfrutar aún!

¿Habla español?

¡Por su culpa estoy mejorando mi español! (risas) Hasta mi abuelita me dice que estoy cogiendo acento argentino al hablar, que parece que canto. Habla mil veces mejor que yo.

¿Cómo de importante es la familia para ti?

Número uno. Esencial. Más adelante tendré mi propia familia, con mis hijos, pero siempre voy a ser hermana, hija y nieta. Y eso es lo más bonito. No importa en qué parte del mundo estés, estás cerca y formas parte de algo.

¿Con quién te gustaría cantar ahora?

¡Con muchos! Bruno Marx es uno de mis sueños: es el artista completo. En español, con Shakira en pop y con Nicky Jam en música urbana.

¿Has estado con C Tangana estos días?

Me encanta. Su música, su rollo, todo. Nos conocimos en el estudio el otro día y yo le toqué mis próximos temas en inglés y me dijo 'oh, my god, tenemos que hacer algo así juntos, pero en español'.

¿Y lo vais a hacer?

Quien sabe, puede que sí o que no: cuando estás juntos en un estudio puede pasar de todo (risas).