Las claves de belleza por las que la reina Letizia ha llegado así hasta los 46

divinity.es 15/09/2018 10:04

Cumplir años y que apenas se note es el sueño de cualquiera. Llegar a los 46 con un cuerpo fibroso y la piel libre de manchas y arrugas es casi un milagro detrás del cual hay una parte de genética y mucha de férrea disciplina. Ni uno, ni dos, la reina Letizia aplica todos los “trucos” de belleza que llevamos escuchando toda la vida: el del agua, el del sol, el de dormir, el de la dieta, y así hasta completar “el manual” entero.

La dieta que no se salta

La reina Letizia es seguidora de la dieta del Dr. Perricone. Esta dieta, también llamada antiedad, consiste en un plan de comidas cuyo objetivo es, además de perder peso, frenar la inflamación y oxidación celular. La clave está en potenciar los siguientes grupos de alimentos: proteínas de alta calidad (pescados, mariscos, aves y tofu), hidratos de carbono de bajo contenido glucémico (frutas frescas, verduras, granos enteros y legumbres) y grasas saludables (pescados de agua fría, especialmente el salmón, nueces, semillas y aceite de oliva). Además hay beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día y bebidas ricas en antioxidantes. A esta dieta hay que añadir suplementos nutricionales con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes y la aplicación atópica de la cosmética del Dr. Perricone.

Mucho ejercicio

El cuerpo delgado y fibroso de Letizia no se consigue solo con la dieta, es necesario contar con una rutina de ejercicio que abarque todos los frentes: aeróbico, de flexibilidad y de fuerza o resistencia. Entre los del primer grupo, los que aumentan la frecuencia cardiaca, Letizia ha incorporado a su rutina diaria el footing matutino por los alrededores de la Zarzuela y clases de zumba dos o tres veces a la semana que recibe de un monitor particular. Entre los ejercicios de flexibilidad, la reina ha optado por practicar yoga y en cuanto a los de fuerza o resistencia, no hay que ser muy lince para saber que esos hombros, bíceps y tríceps sólo se consiguen a base de mancuernas y ejercicios de musculación.

Nada de sol, ni de alcohol

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La que fue durante años su facialista, Carmen Navarro, confesaba a principios de este año a la revista Vogue cuáles eran las principales inquietudes de la reina en lo que respecta a su piel: "Si hay algo que recuerdo especialmente de Doña Letizia es su preocupación por las manchas solares. No tenía ni una, pero tomaba todas las precauciones posibles. La Reina, es muy disciplinada a la hora de protegerse del sol, y eso es algo que deberíamos imitar". Además, añadía que “se hacía de forma habitual limpiezas faciales, tratamientos hidratantes y protocolos a base de ácidos, y apostaba (y apuesta) por cosméticos con activos vegetales.”

A nadie se le ha escapado un gesto habitual que Letizia repite en las comidas y cenas oficiales: el de brindar con una copa y no beber su contenido. Ya en 2015 confesaba abiertamente en un acto militar “Soy incapaz de tomar alcohol. Pero es que ni siquiera con amigos. Ahora soy abstemia completamente”.

En cuanto al tabaco, aunque durante sus años de estudiante en México trabajaba como azafata para una marca de cigarrillos, en la actualidad es una abanderada de la liga antitabaco. No está de más decir que el hecho de no fumar ni beber repercute positivamente no sólo en su salud, también en su piel.

Algunos retoques

Entre los confesados y no confesados, se atribuyen a la Letizia unas cuantas operaciones estéticas y varios retoques menos invasivos, lo cierto es que la reina de hoy no se parece ni de lejos a la periodista que un día anunciaba su compromiso con el entonces príncipe Felipe.

Según los expertos que han analizado sus imágenes a lo largo de los años, las operaciones y retoques han consistido en una rinoplastia “por problemas respiratorios” según fuentes oficiales, una mentoplastia que ha dulcificado su barbilla, un lifting de ojos hacer desaparecer las bolsas, un aumento de pecho, botox para hacer desaparecer las arrugas en la comisura de los labios, en la frente y en los párpados y relleno de ácido hialurónico en pómulos y labios. A estos retoques hay que añadir el truco de las pestañas postizas y una más que rumoreada y debatida en los medios férula invisible con alineadores dentales que la propia Letizia se encargó de desmentir.