Lo del crecimiento del pelo es una especie de misterio, hay a quienes les crece a toda marcha y otras personas a las que parece no crecerles prácticamente nada. Pero no hay misterio que valga, es muy probable que quienes pertenecen al segundo grupo estén haciendo las cosas mal. Si necesitas darle un empujón a tu melena, te contamos algunos trucos para que te crezca más rápido.
El ciclo de vida del cabello
El pelo tiene un ciclo de vida que pasa por tres fases: fase anágena o de crecimiento, fase catágena o fase de maduración y fase telógena o de caída. La duración de cada una de las fases depende de diversos factores tanto genéticos como endocrinos, metabólicos e incluso de la ubicación en el cuerpo, pero en la cabeza, la fase de crecimiento puede durar entre 2 y 3 años, la de maduración entre 3 y 6 semanas y la de caída entre 2 y 3 meses.
Evidentemente, cada pelo tiene su propio ciclo de evolución, que es independiente del ciclo de vida de los que le rodean.Teniendo en cuenta que la duración de los ciclos depende de factores genéticos, endocrinos o metabólicos, aquellas personas cuya fase de crecimiento sea más corta tendrán la sensación de que su pelo no crece y lo cierto es que no crece lo suficiente antes de caerse.
En cualquier caso, lo importante es intentar alargar la fase de crecimiento y mantener el cabello sano durante las fases anágena y catágena para evitar que en las fases de crecimiento y maduración el cabello se rompa. Aplícate estas reglas de oro:
Alíate con las tijeras
Hay que mentalizarse: cortar el cabello cada dos o tres meses (sólo las puntas) es la mejor manera de mantenerlo sano y deshacerse de las puntas estropeadas. Si no lo haces, sólo vas a conseguir que el pelo se abra y estropee toda tu melena.
Mira la etiqueta de tu champú
Lo ideal es lavarse el cabello con productos de base natural, que no contengan parabenos ni siliconas que obstruyen el folículo piloso paralizando el crecimiento del pelo. Evita lavarte el cabello con demasiada frecuencia, así no eliminaras los aceites naturales que lo protegen impidiendo que se vuelva frágil y quebradizo y, por tanto, que se rompa fácilmente.
Nunca olvides el acondicionador ni la mascarilla
Un buen acondicionador no sólo ayuda a desenredar el pelo, también aporta lípidos y proteínas a la fibra capilar, mejora la elasticidad, fortalece la cutícula y hace que el pelo crezca más fuerte y sano, lo que se traduce en menos roturas. Intenta hacer el último aclarado con agua fría, te ayudará a cerrar la cutícula y a mantener la melena sana y brillante por más tiempo. En cuanto a las mascarillas, son un extra de nutrición para tu pelo que debes utilizar al menos una vez por semana
El momento toalla
Esa idea de frotar el pelo con una toalla, retorcerlo dentro de ella y colocártela como un turbante no es nada buena para el crecimiento de tu cabello. Lo mejor es usar una toalla de microfibra o una camiseta vieja de algodón para retirar la humedad y no hacerlo ni frotando ni retorciendo. Luego, si tienes tiempo, déjalo secar al aire.
Cómo cepillarte el pelo
Tan importante como la manera en que te secas el pelo, es la forma en que lo cepillas. Hay que hacerlo suavemente y sólo cuando sea realmente necesario. Si al salir de la ducha vas a desenredarlo, empieza por las puntas, así irás deshaciendo los nudos poco a poco y sin demasiados tirones. Para una melena larga es aconsejable usar un cepillo de cerdas redondas y de plástico.
Cuida tu alimentación
El cuidado de la alimentación redunda en la salud de tu cuerpo y, evidentemente, también en la de tu pelo. Es importante ingerir alimentos ricos en hierro, vitaminas B, vitamina E, proteínas y zinc. Si además quieres un plus de biotina (la vitamina que se utiliza para tratar la pérdida de cabello), añade hígado, riñones, frutos secos, fruta y soja.
Controla el estrés
El estrés es uno de los grandes enemigos del crecimiento del cabello y puede provocar que los folículos pilosos del cuero cabelludo comiencen un periodo de reposo que se denomina efluvio telógeno. Esta caída de cabello no se nota de manera inmediata, se produce a lo largo de los tres meses siguientes al evento que lo causó. No es irreversible, el cabello vuelve a salir, pero el proceso de crecimiento tendrá que empezar de nuevo.