Gia Coppola, 'it girl', 'nietísima', y cuarta generación que conquista Hollywood

divinity.es 03/07/2014 17:47

Soñaba con ser bailarina pero la sangre no es horchata y, además de no otorgarle excesiva coordinación, le dió un sentido de lo audiovisual que no se estudia en ninguna facultad. Gia Coppola pertenece a una saga con tres generaciones con Oscar y ella podría ser la cuarta si su debut detrás de la cámara, ‘Palo Alto’, sigue cosechando buenas críticas y premios. Le acompañan en la aventura James Franco (protagonista y escritor del libro en que se basa el filme), Emma Roberts y otros tantos actores que comparten con ella su destino: un gran apellido y muchas expectativas puestas en ellos.

Nieta de Francis Ford Coppola, sobrina de Roman Coppola y Sofia Coppola, prima de Nicolas Cage y Jason Schwartzman… ¡ustedes se imaginan las videocámaras que rodaron en la Primera Comunión de Gia! ¡Y qué planos! Todos de Oscar. A la larga, no te queda otra: o te unes a ellos y empiezas a coger una cámara pronto o te vas de ermitaño a la montaña más alejada del Valle de Napa, donde residen todos ellos entre viñedos.

Gia Coppola creció en el cine, pero no en una triste butaca de un cine de barrio, sino actuando en ‘El Padrino III’, la reconocida trilogía de su abuelo. Y claro, cuando empiezas por ahí, ¿qué otros proyectos pueden motivarte? Poco más que los tuyos propios.

Tampoco el colegio le motivaba mucho y su abuelo tampoco le dio el mejor de los consejos para que fuera constante en las aulas: “El abuelo siempre me dijo que lo que tenía que hacer era ver mogollón de películas. Él no fue a una escuela de cine, sino a una de teatro”.

Gia creció feliz con sus abuelos Francis y Eleanor (también cineasta) y jamás llegó a conocer a su padre, el primogénito Gian-Carlo Coppola. Éste murió en un accidente náutico cuando su madre Jacqueline estaba embarazada de dos meses de la pequeña. Por eso la relación con todos los miembros de la familia es mucho más intensa y siempre destaca la admiración que tiene por cada uno de ellos.

Mamá Jacqueline no rehizo su vida hasta que Gia tuvo 13 años (tiene ahora 27). En ese momento conoció a Gordon Getty, una de las mayores fortunas de los Estados Unidos. La entrada por la puerta grande en la alta sociedad americana y es que nadie se quería perder ni una fiesta de Jacqui Getty. Su divorcio en 2010 hizo correr ríos de tinta en la prensa, sobre todo para poner enormes números en los que se negoció el acuerdo.

De esta forma Gia ya no era sólo la nieta del genio del cine, además sumaba el poder mediático de los Getty y las puertas del paraíso se abrían de par en par. Los primeros que le echaron el ojo a tan preciado diamante en bruto fueron las grandes firmas de moda. Zac Posen (amigo íntimo de la nietísima), Opening Ceremony, Diane von Füstenberg, Wren, United Arrow, Chanel… todas querían tener a Gia en su front low o luciendo sus prendas.

Así se creó la ‘it-Girl’ de los Coppola, digna sucesora de su tía Sofia, que entraba en la gloriosa edad de los 40. Pero Gia supo aprovechar todas estas atenciones para dar un paso más (moderna pero no boba) y comenzó a colaborar con todas las firmas en ‘fashion-films’ que le permitían sacar a la luz todo su potencial cinematográfico.

De ahí a su primer largometraje, un paso. Tan sólo hacía falta que su madre le presentara en una fiesta a James Franco, se intercambiaran los teléfonos, (se rumoreara que quizás algo más), y en dos meses estaban haciendo ‘Palo Alto’. Gia pone la cámara, James Franco su cara bonita y la historia original. 'Palo Alto' es su primera novela de su época de estudiante: “Cuando comencé a escribir sobre adolescentes que se encuentran en ese periodo de transición me dí cuenta de que era el material más vivo que tenía en mente, así que me concentré y escribí el libro”, asegura Franco, que además participa como actor principal.

No es el único nombre del cartel que resuena. Emma Roberts, la sobrinísima de Julia, encarna a “una buena chica problemática”; Jack Kilmer, hijo de Val, se mete en la piel de “un inocentón con más valor del que cree”; Nat Wolff, hijo de la actriz Polly Draper, es “un payasete trágico"… Todo en una historia de sexo, marihuana y desilusión que recuerda, de forma irremediable, a los grandes éxitos de su prima Sophia: ‘Las vírgenes suicidas’, ‘The Bling Ring’ o ‘Somewhere’, en la que ella misma trabajó como asistente de vestuario.

Tampoco Gia se esfuerza en negarlo: “Tenemos la misma sangre, para mí es como una hermana mayor y la admiro como artista, así que es posible que algo de eso se haya reflejado de manera inconsciente”. Aunque lo deja claro, quiere tener su propia voz como directora y como reclamo de moda. Bienvenida Gia.