Indy Clinton, la australiana que consiguió el sueño de muchos: cobrar 600 euros/selfie

divinity.es 10/11/2014 12:59

Tiene 17 años y apenas lleva un año y medio en las redes sociales, pero ya es toda una profesional. Y no sólo por la calidad de sus imágenes, más o menos cuestionable, sino porque esta bella rubia australiana cobra 750 dólares (600 euros) por selfie… promocionando alguna de las marcas que se han fijado en ella y en sus 60.000 seguidores. Una suerte que muchas blogueras y instagramers buscan pero, ¿cómo se pasa de hacerse fotos por amor al arte a cobrar por ellas?

Indy empezó a subir fotografías suyas a Internet cuando tenía 15 años. A esta chica de Sidney le encantaba ir a surfear a Palm Beach junto con sus amigos y su perro y pensó que podría compartir su hobbie con el resto del mundo en su cuenta de Instagram (@indyclinton). Nada le hacía pensar que un día cobraría por ello.

“Soy la más pequeña de mis cinco hermanos y sé un montón de relaciones sociales, por lo que mi Red creció rápidamente. Papá me sugirió que empezara a cobrar 50 dólares y mira ahora”, señala Indy, que se ha convertido en una celebridad.

Su mérito: conseguir que las marcas le paguen 600 euros por llevar sus bikinis o trajes de neopreno mientras disfruta de las olas y se hace fotografías. En realidad, el mérito es tener 60.000 seguidores que se convierten en 60.000 prescriptores de las prendas que luce.

Indy ya tiene incluso una agencia de representación, Chic Blogger Management, una división de la agencia de modelos Chic Management que se dedica a poner en contacto a marcas con chicas que triunfan en las redes sociales. Junto a Indy, otras chicas que han conseguido labrarse un nombre a base de post o fotos y que ahora son el foco de atracción de marcas de todo tipo, en busca de nuevos mercados.

En España también existen agencias de este tipo. Está por ejemplo Okiko Talents, la agencia que representa a blogueras como Gala González, Miranda Makaroff, Brianda Fitz-James Stuart o Vega Royo-Villanova (todas ellas hijas, sobrinas, hermanas o nietas de…). Beatriz Portela, su directora, explica su trabajo: “Aunamos el conocimiento sobre el marketing tradicional, RRSS, medios digitales y relaciones públicas. Guiamos a nuestros clientes a través del paisaje ‘online’ y transformamos a bloggers en marcas”.

Así es, la mayoría de las influyers de Internet son marcas, marcas muy rentables. Hasta 6.000 euros cobra Prince Pelayo (del blog ‘Kate loves me’ y ex de David Delfín) por ir a un evento, exigiendo además ‘transfer’ (coche con chófer) para desplazarse. Vega Royo-Villanova (del blog ‘Vegaroyovillanova.com’ y hermana de Carla) pide 1.000 euros por photocall, con los gastos de alojamiento, transporte y dietas a parte.

Por no hablar de las famosas blogueras, es decir, las actrices, presentadoras, cantantes o modelos que son fichadas por las grandes cabeceras de moda para lucir sus trapitos en la red. Paula Echevarría, Sara Carbonero, Eva González, Blanca Suárez, Eugenia Silva, Esmeralda Moyá, Patricia Conde, Elsa Pataky y un largo etcétera de celebrities. El caché de muchas de ellas asciende hasta 12.000 euros por evento, a cambio de que la marca también salga en el blog.

Pero, ¿qué se necesita para ser una ‘it-girl’ pagada? Lo primero de todo, muchos seguidores. Las agencias de publicidad es lo primero en lo que se fijan, la capacidad de la bloguera para llegar a un mercado, cuanto más amplio mejor. Por eso han surgido redes donde comprar seguidores o la figura del community manager en la sombra que gestiona todos los perfiles sociales de la famosa en cuestión cuando ésta trabaja o se dedica a su mundo offline.

Seguidores y cierto criterio para la moda, ya que no todo vale. En un ciberespacio cada vez más invadido de niñas monas y chicos modernos, al final destaca el que de verdad marca tendencia, el que vende algo que los demás no tienen. En el caso de Indy, nuestra adorada australiana, es un estilo de vida saludable, una imagen deportiva y fresca… ¿qué puedes ofrecer tú al mundo?