Ha pasado de ayudar a su madre a limpiar apartamentos en uno de los barrios más pobres de Tel Aviv a desfilar con prendas de Alta Costura en la Semana de la Moda de París, consiguiendo un contrato por dos años con la marca Dior. Pero Sofía Mechetner sólo tiene 14 años, dato que convierte su afortunado debut encima de las pasarelas en noticia por las críticas al trabajo con menores y los nuevos cánones de belleza en la moda.
La pasarela no es lugar para viejos. Hace unos meses os contábamos que Gisele Bundchen se retiraba a sus 34 años tras 20 años de carrera, en plena forma y repleta de contratos, pero su caso es una gran excepción. Lily Rose Depp, hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis, ha fichado como nueva imagen de Chanel a sus 16 años y se convierte en la nueva niña bonita de Karl Lagerfeld. Con 13 años, Kaia Gerber es la heredera natural de la belleza de Cindy Crawford, el último fichaje de IMG Models y ya se le espera con los brazos abiertos en los desfiles de septiembre tras debutar con Versace.
Sofía Mechetner no ha necesitado de apellidos ilustres e influyentes en el mundo del show business para triunfar a una edad prematura. Más bien todo lo contrario: sus orígenes son tan humildes que ya se le conoce como la Cenicienta de la moda... aunque no tiene que desfilar con zapatos de cristal.
En esta historia de cuento de hadas, el papel del príncipe lo ejercería Raf Simons, el director creativo de Dior, que la conoció en su boutique y quiso que fuera la gran estrella de su desfile en Alta Costura de París. Para que la joven princesa no se escape con cualquier otro caballero, la marca ha desembolsado 170.000 dólares por tener durante dos años a Sofía como imagen exclusiva.
"Mi madre podrá dejar de trabajar, nos mudaremos a un piso más grande, podré tener una habitación para mí, y habrá un cuarto de estar grande y una cocina bonita", aseguraba la modelo al Daily Mail, ilusionada por este cambio radical de vida. Los padres de Sofía, de origen ruso, se divorciaron hace unos años y desde entonces ha sido el gran apoyo de su madre y la hermana mayor responsable del cuidado de sus dos hermanos.
Con 1,77 metros de estatura y unas medidas de 84-54-87, muchos la comparan con Claudia Schiffer, que también comenzó muy jovencita en el negocio. Las primeras negativas no la desanimaron y junto con su agente se fue a París, la capital de la moda, a probar suerte. El principal motivo de los rechazos era su escasa edad. Aunque en Francia, como en España, no hay marcada una edad para comenzar a trabajar de modelo, muchas agencias esperan a que las chicas tengan los 16 para contratarlas para que no se interrumpan sus estudios, puedan manejar el estrés de una semana de la moda y sepan gestionar las sumas de dinero que se ganan en la profesión.
La presentación de Mechetner no estuvo exenta de polémica: su túnica blanca semitransparente abrió el desfile y muchos han recreminado a la casa Dior que quiera vender una imagen de belleza prepúber, sexualizar la adolescencia y ensalzar sus cuerpos aún no cien por cien desarrollados. Las modelos más veteranas ven como, aún sin cumplir los 25 años, pueden ser desbancadas por las nuevas generaciones.
Pero ella tan contenta, compartiendo todo lo que le está pasando en su perfil de Twitter (@sofiaMechetner) y demostrando que ha encontrado su sitio en el mundo y que le encanta cada paso que da encima de la pasarela. Eso sí, quiere seguir con los estudios porque su madre ha luchado para que ellos tengan una educación. Cuando se quita el maquillaje, los tacones y los vestidos glamurosos, deja entrever su cara más infantil y su lado más tierno, esa inocencia que le ha valido un presente mejor a toda su familia.