Aciertos y errores de los Premios Princesa de Girona 2022

divinity.es 05/07/2022 09:43

Era complicado que la Princesa de Asturias eclipsase a su madre la reina Letizia con un estilismo porque están en polos opuestos por muchas razones, principalmente la edad.

A pesar de eso la vimos resuelta y preparada para su discurso como anfitriona de los premios que llevan su nombre en esa ciudad catalana divina que no se merece el impresentable Gobierno autonómico que tiene.

Qué paciencia demuestra la Casa del Rey al seguir yendo a esos lugares donde sus representantes políticos le dan la espalda con continuos desaires que sólo evidencian la pobreza de su profesionalidad como representantes de un pueblo que tiene que estar hasta las narices de tanta desfachatez.

Aciertos

1. La reina Letizia. Ya no hay un acto en el que no acierte, caiga lo que caiga. Estaba espléndida con su vestido azul de escote asimétrico con cordón joya de la firma Boüret.

Su makeup perfecto, su semi recogido con cola… Su todo. No puede estar más guapa, cada día más y más.

2. La princesa de Asturias es acierto por su discurso estudiado y su perfecto talante, a pesar de su temprana edad, en cualquier acto.

Más allá de su vestido azul bebé de escote cruzado que le hacía mayor y rancia, cuando no lo es.

3. Felipe VI tiene porte y belleza como de rey de cuento. Y eso siempre agrada.

Errores

1. Ya me fastidia meter a la princesa también en los errores por un oufit. Pero más que el suyo lo fue de quien decidió esta ranciedad de vestido que ni era lo que mejor le podía sentar a su edad ni a su ya de por sí terrenal normalidad. Y ésta hay que potenciarla.

Yo le habría subido el color a su atuendo hasta un rojo encendido y le habría quitado de un plumazo ese cruzado mágico como de ropa interior de antaño. Ni me gustaba el vestido, ni los zapatos de tacón bajo en beige.

2. A la infanta Sofía, que siempre nos ha sorprendido con sus looks románticos como de bailarina de cuento feliz, alguien le ha sesgado el romanticismo para convertir su look en este outfit como de invitada setentona a una boda cuando una no sabe qué ponerse. Error también. Las bailarinas planas inmensas eran para correr del miedo.

Que nadie vea maldad en estos dos errores, que ni la princesa, ni la infanta tienen la culpa, sino una llamada de atención a quien decide sus atuendos. Ya podían darle un pellizco al ropero de su madre, que vale que aún no tienen edad, pero de ahí a esto hay un trecho más grande que el Atlántico entero.

3. El error mayúsculo de hoy va para los representantes políticos de la Generalidad de Cataluña. Sí, esos que lloran para mamar de todo lo que pueden, pero luego se hacen los independientes ofendidos y no aparecen nunca cuando el Jefe del Estado se digna en pisar su tierra con el mejor de sus talantes. Así les va, no digo más. 

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