Aciertos y errores de la boda de Marc Anthony y Nadia Ferreira

divinity.es 31/01/2023 15:14

Me gusta cuando presenciamos esas secuencias de la vida en las que ni todo el dinero del mundo puede conseguir que algo resulte simplemente elegante. Y me gusta, no soy tan malvado, porque convierte a las estrellas en mortales.

Esto es lo que he sentido viendo la boda de Marc Anthony y Nadia Ferreira. Sí, había flores blancas como para llenar un campo de fútbol. Y eso, el exceso en sí, unido a los candelabros de cristal como de un cuento helado de Disney, unas mesas vestidas con manteles como bordados de colcha cara pero hortera, las sillas de laca blanca ultra brillante, los suelos de espejo… Vamos que viene Frozen y me creo que están grabando un especial para sacar a Walt de la nevera y que vuelva a la vida.

¿Con este escenario que nos podíamos esperar? Pues un montón de invitadas vestidas como para recoger un Oscar, pero sin estar ni nominadas. Así que bienvenidos a esta ceremonia curiosa de entrega de premios.

Aciertos 

En cualquier otra boda del planeta, habría obviado a los novios para no hacer más leña de tanto árbol caído. Pero como soy buena persona dejaré que se asomen tímidamente aquí.

1. La novia porque estaba guapa de cara y llevaba un moño estupendo. Del resto me invaden las dudas. Ya manda madre ser panameña y confiar tu genética y todo tu atrezzo Miss Universo a una diseñadora bielorrusa. La cosa no pintaba bien ya a priori. Pero insisto, no es un acierto general, es un guiño a su moño y a que es la novia, sin más.

2. El novio estaba correcto y todo lo simple que le faltaba a la ceremonia.

3. David Beckham tiene la suerte de estar siempre apetecible. El físico le concede el 80% de este honor. Y su rollo británico de dandi despreocupado el resto.

Errores

1. El mayor de todos los errores ya lo he expuesto. El terror de un salón de baile como para contratar a un pirómano y que le metiese fuego a tan gélido artificio de cuento infantil bajo el hielo.

2. Salma Hayek al menos sí habría estado nominada al Óscar, no desmerezcamos su talento con mi ironía. Pero el vestidito verde agua con el strass, igual eran brillantes pero poco importan, como que no recoge el premio.

3. Águeda López podría haber sido la Madona low cost en la performance post boda.

4. Daniela Costa era la actriz de un soñado premio que todos creían cantado y que se quedó compuesta, sin novio y sin galardón. Siempre puede empeñar sus mangas joya. Algo es algo.

5. Que me gustaba el vestido rosita moñas con volantitos ‘que sí, pero no’ de Victoria Beckham, pues no. La verdad. Pero claro visto lo visto igual se habría salvado por los pelos de los errores. Pero y ¿dónde está la chica picante que un día se hizo chic con algunas de sus creaciones de moda? Pregunto.

6. Y sí, Maluma podría haber sido el encargado del vestidor de este ceremonia sin par y robar a las estrellas hasta el último dólar de sus ropajes. Pinta de atracador tiene siempre.

Sólo me queda una cosa clara, bueno la tenía clara desde que tengo uso de razón pero momentos como este me reafirman. El lujo también es hortera muchas veces. Porque el verdadero lujo, el de los detalles simples, chics y hasta extravagantes y sofisticados, en esta boda no se respiraba ni de refilón.

Pero larga y feliz vida a los novios. Sin acritud.