En la carrera de los Oscar ayer le tocaba el turno al Sindicato de Actores de Estados Unidos con sus premios del cine y la televisión. Se celebraban en el Shrine Auditorium de Los Ángeles y premiaban a todos esos repetidores de triunfos de esta temporada, Renée Zellweger, Joaquin Phoenix, Brad Pitt…
Este último tenía todos los ojos encima porque se fotografiaba por primera vez, años después de ser matrimonio y tras la era Jolie, con su Jennifer Aniston.
1. Para su reencuentro fotográfico con Pitt, Jennifer Aniston se vistió de casi novia, quizá sin intuir lo que darían que hablar. El vestido era de su armario personal, un Galliano para Dior vintage.
2. Negro, hombros desnudos y diamantes. Jennifer López y su aciertazo Hobeika.
3. El top plata de Givenchy con falda negra. Tan top como Charlize Theron.
4. Scarlett Johansson se ha propuesto este año ser la reina de los escotes. El de anoche, en ese verde azulado ultramar, era de Armani Privé.
5. Dicen que Nicole Kidman se ha recatado en sus vestidos de red carpet de este año, pero yo la veo en su línea de siempre de mostrar poco e insinuar lo necesario. Y me gusta, como me gustaba su Michael Kors azul noche.
6. Azul también el historiado vestido palabra de honor de Renée Zellweger que estaba más favorecida que en los Globos de Oro.
7. Celine y su glitter negro noche para Reese Witherspoon.
8. Winona Ryder no fue comprendida por todos con su opaco black de volantes con blazer. A mí me parecía muy ella ese gótico depurado, y eso es acierto.
8. El rosa romántico y happy de Elisabeth Moss lo firmaba Monique Lhuillier.
9. Naranja, volumen, volantes, y contundente, el Valentino de Kathryn Newton. Nada que ver con el trapo arrugado de Antonia San Juan en los Feroz.
10. Palabra de honor naranja lavado, el Oscar de la Renta de Zoe Kravitz con guantes blancos.
11. De la Renta soñó a Glenn Close como una diva con vestido capa azul royal.
12. Jane Seymor ha engañado al tiempo magistralmente. Se vistió de sirena en plata gracias a Sho.
13. Plata también y noventero, el Julien Macdonald de Catherine Zeta-Jones.
14. A Vuitton le ha dado este año por los vestidos noche con cinturón. Como en el negro floral con escote blanco de Lupita Nyong´o.
15. Que Dakota Fanning es cambiante en sus gustos y aciertos es obvio, pero anoche el Valentino verde chispeante merecía acierto, más el vestido que ella.
16. Maxi lazo y romántico, el Miu Miu de Nathalie Emmanuel.
17. Y más romántico aún el Giambattista Valli de Erin Doherty.
18. Chanel y el masculino femenino eterno, para Margaret Qualley.
19. El rosa Vuitton de Sophie Turner la ‘enñoñaba’ pero no era error.
20. Y tampoco lo era este Schiaparelli en las antípodas de lo ñoño. El volumen al poder, para Cynthia Erivo.
21. Y si se puede, se puede y punto. Como el corto con cola que nos recuerda a aciertos y errores del pasado (Jenner versus Dulceida). Anoche era acierto de puro riesgo el lavanda de Sarah Hyland, de Philosophy di Lorenzo Serafini.
1. Que el gusto no se puede comprar ni con osadía es una verdad verdadera. Para ejemplo, Sibley Scoles.
2. Helena Bonham Carter no podría vestirse ‘no siniestra’. Ni yo no darle un error en toda regla.
3. Patricia Arquette y Joey King parecían como de show de mago y ‘portamanzanas’.
4. Si ellas van con pantalones, trajes de chaqueta o esmoquin ojo con el color y las formas. Este Vuitton blanco nacarado de Millie Bobby Brown quedaba como de adolescente comulgando. O de dama de honor de una boda americana de esas rurales.
5. Podrían haber ido de la mano de Millie este cursi Noah Schnapp y su raso azulete.
6. Cuando el oro se convierte en envoltorio es error. Lisa Marie Kubikoff.
7. Georges Chakra hace a veces estas cosas que son complicadas de defender salvo que las lleve un súper top. Nina Kiri lo tenía difícil.
8. Era Stella McCartney este azulón con tirantes joya y Stella me suele gustar pero a Rachel Brosnahan le hacía poco favor, o ella a la firma. O ambas cosas.
9. Si a Winona le funcionó su ‘gotic’ a Gwendoline Christie la llevó al recóndito bosque de un cuento siniestro.
10. Y sí, Brad es Brad, pero su esmoquin descamisado como que no. Salvo para una fiesta estival que habría tenido su puntazo.