Les vemos continuamente en actos públicos, eventos, ceremonias institucionales y en programas de televisión, tenemos clara su imagen política y aspecto personal, pero ¿qué es lo mejor y lo peor de la imagen de nuestros políticos? ¿Dónde tienen su punto débil y dónde su talismán?
Hoy saco la lupa, cuando termina la campaña electoral para la presidencia del Gobierno de España, para valorar la imagen estilística de Pablo Casado, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pedro Sánchez (por orden alfabético).
Y lo hago más allá de las ideologías políticas, que no vienen aquí al caso ni han condicionado lo más mínimo mi análisis de imagen pura y dura.
Tiene a su favor la belleza, pero esto no puede ser nunca un comodín para el éxito total de la imagen. En su caso, a esa belleza natural se suma una correcta utilización de sus outfits.
Aciertos
1. Sus sastres son siempre impecables y correctos.
2. El azul, más allá del corporativismo, es su color. Lo combina sin riesgos y eso también es un acierto.
3. El corte clásico de la sastrería es su punto más fuerte.
4. Controla bien el sport.
5. La sonrisa y la naturalidad en su ‘beauty’ son un añadido a su buena imagen en general.
Errores
No hay errores de bulto en su imagen y eso es muy positivo.
Tiene todo en su contra a pesar de su juventud porque no hay ni un mínimo punto de luz en la imagen que proyecta.
Aciertos
Es complicado encontrar aciertos en la imagen de Iglesias, necesita un 'restyling' integral de urgencia.
Errores
1. La melena fosca y enredada siempre es el punto más turbio de un look que ya de por sí tiene poco de depurado.
2. El desaliño general impide encontrar puntos de luz en su estilo.
3. No existe en él ni un mínimo de ceremonia y corrección en sus outfits de trabajo y eso es su peor credencial para la naturalidad y la credibilidad, aunque él piense lo contrario.
4. Es agresivo y farragoso en sus looks, más allá del inexistente gusto.
5. Si por el aspecto uno parece que va a robar un banco en cualquier momento del día, hay poco más que añadir para definir su imagen.
A mi amigo Albert, como a Casado, le favorece su genética natural. Es un guapo ‘normalete’ y con una complexión armónica, pero a diferencia de su rival del PP, Rivera tira más al sport y suele huir de los sastres. Ha mejorado en ellos porque sabe preguntar y se deja aconsejar y eso es de aplaudir.
Aciertos
1. Sin duda alguna el ‘arreglado pero informal’ es su mejor punto para una imagen fresca y limpia.
2. Le sientan estupendamente los jeans con blazer, ya sea con camisa o con jersey. Y lo sabe y explota. Bien.
3. Ha mejorado notablemente en sus sastres con el paso del tiempo.
4. Controla el sport básico.
5. Su sonrisa es limpia y parte del encanto natural de su imagen.
Errores
Lo que en su día era un error, porque no elegía siempre los mejores textiles en sus sastres ni el mejor calzado, se ha ido puliendo poco a poco con éxito.
Tiene un físico imponente, altura y percha para exportar, pero eso, que tendría que ser su mejor talismán y explotarlo al máximo, lo enturbia a veces con malas elecciones de su armario.
Aciertos
1. Aunque a menudo se empeñe en los rojos de sus corbatas, le sienta infinitamente mejor el azul y los colores fríos. Y sus sastres suelen demostrarlo.
2. Lo raro sería que con su físico le sentase mal un traje.
3. No se le da nada mal el sport bien calculado.
4. Controla muy bien su ‘beauty’ en general, cabello, manos, piel… Mejor que todos sus rivales.
5. Tiene también, como Casado y Rivera, una buena sonrisa que debería explotar más a menudo.
Errores
1. Desterraría de su armario las corbatas rojas, las moradas y algunos de sus zapatos. El
resto me gusta.