Aciertos y errores de la puesta de largo de Tana Rivera

divinity.es 16/09/2018 13:21

Había estado presente en la prensa del corazón, sin estarlo, desde que nació. Porque ser nieta de la Duquesa de Alba y bisnieta de Antonio Ordóñez a la vez no es moco de pavo. Pero no habíamos podido disfrutar de ella en plenitud hasta ahora. Cayetana Rivera Martínez de Irujo se ha hecho mujer, una impresionante mujer, y lo ha celebrado por todo lo alto en una puesta de largo llena de anécdotas, de imágenes para el recuerdo y de toda la complicidad del mundo entre madre hija por encima de todo. Y es que hay algo que ha hecho muy bien Eugenia Martínez de Irujo en su azarosa vida, a su hija, tal y como la vemos ahora.

'La Pizana', la finca sevillana de la Duquesa de Montoro, fue el lugar elegido para este evento que consiguió reunir de nuevo, que no siempre es fácil, a los hermanos Rivera. Francisco y Kiko en esmoquin clásico. O sea, negro y con camisa blanca impoluta. Cayetano en total black, que nunca es acierto aunque uno sea el cañón que es.

Lorenzo Caprile tiró del rojo clásico de tu taller histórico madrileño para llenar de brillo a una Cayetana que estaba espléndida. Todo muy andaluz, muy Sevilla. Todo muy de cuento de verano, a pesar de la lluvia…

ACIERTOS

1. Cayetana, la protagonista. Estaba más que guapa. Lorenzo Caprile bordó para ella la noche en glitter rojo, sencillo, con escote halter y fantasía de cuentos de nobleza.

2. Caprile también bordó la noche de Eugenia Martínez de Irujo, en cristal negro, de andaluza nocturnidad. Y estaban guapas la madre de la protagonista y la hija. Y juntas, más.

3. El esmoquin tradicional de Francisco Rivera y el largo de mangas abullonadas en rosa cuarzo de Lourdes Montes. Pareja bonita hacen, desde luego.

4. Felipe Juan Froilán y su esmoquin clásico. Cuando el niño se viste de señorito.

5. Kiko Rivera perdió los kilos y parece que encontró la normalidad textil, al menos para las ceremonias. Y lo celebramos.

6. Su mujer, Irene Rosales, se rizó Andalucía a un hombro en verde agua, y le resultó.

ERRORES

1. Hace nada resaltaba yo aquí la naturalidad, que no estilo, de Victoria Federica. Pues tardó poco en pifiarla la hija de la infanta Elena. Sus ‘botacas’ de plataforma eran como para subirse a un escenario de festival de música estival y mucho marchute. No para la ocasión de Cayetana y su puesta de largo. Ni venían a cuento ni tenía sentido su vestido de doble capa en blanco y negro. Vamos que iba hecha un cuadro.

2. No al esmoquin en total black, al menos no para una puesta de largo. No le sentaba mal a Cayetano Rivera porque es un cañón de señor, pero romper lo impecable de un esmoquin tradicional con una camisa negra tiene más que delito.

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