Aciertos y errores del estilo de Alba Díaz

divinity.es 25/09/2019 18:25

Nacer engendrada por dos personajes del corazón, más allá de la carrera taurina de su padre y de la moda de su madre marca y mucho. Vamos que si tu madre es Vicky Martín Berrocal y tu padre Manuel Díaz el Cordobés como que tienes la lupa puesta sobre tu vida desde que naces.

Eso es lo que le pasa a Alba Díaz, una mujer contundente y que camina a caballo entre la potencia andaluza de su madre y la no siempre favorecedora modernidad de su propio tiempo. Vamos, para hablar en plata, que no todo lo que se lleva es lo que mejor le sienta.

Habiendo mamado desde niña las costuras de su madre, ¿qué es lo que ha bebido de su estilo? Y ¿qué es lo mejor y lo peor de su propia imagen?

Aciertos

1. Me gusta su ‘naturalidad’ cuando la cuida y la ‘atrezza’ a conciencia. En eso sí me recuerda a su madre.

2. Su 'street style' es interesante cuando se lo curra y le pone intención. Lo que significa que no puede bajar la guardia.

3. Vestida de ceremonia intuyo de nuevo la mano de su madre, aunque luego no siempre nos recuerde a ella en su día a día.

4. La raza andaluza heredada, cuando está en modo natural, le favorece.

5. El blanco, el gris y los colores naturales dulcifican su aspecto.

LO MEJOR DE SU IMAGEN es la naturalidad estudiada, de eso su madre sabe para darle un master. Y todos esos blancos y neutros que le dan tanta luz.

Errores

1 Que la modernidad esta urbana de parecer indigentes no es su fuerte es una obviedad. Esto sólo le puede sentar bien, y ni eso, a una top internacional de mucha altura.

2. Cuando las californianas ya son una raíz más que una mecha… El makeup y el beauty no son su fuerte cuando está fuera de foco.

Lo del ‘Pelirrosa’ ídem.

3. Los prints con looks negros sólidos endurecen su imagen ya potente de por sí.

4. El mundo chándal también potencia lo más rudo de su imagen. Yo lo descartaría de su armario.

5. El oversize se incrementa en su físico, dicen lo que dicten las tendencias. Esto también es para desterrarlo.

LO PEOR DE SU IMAGEN es la adición a esa modernidad adolescente y a la exagerada transgresión, tan poco favorecedora con su potente e inusual físico. Precisamente esa diferencia debería ser u