Cinco meses después de la gran boda de Harry y Meghan, Duques de Sussex, Windsor volvió a demostrar el fervor popular de los británicos con su monarquía para acoger la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank. Todos los ojos buscaban la comparativa con aquella boda histórica de mayo.
Pero más allá de estas comparativas, Eugenia y Jack, dieron su sello personal y diferente a su día importante y congregaron a un buen puñado de famosos de mucho postín en una jornada llena de anécdotas. La más sonada, nada más llegar la novia, la ausencia de velo en un vestido a caballo entre el clásico y la arquitectura innovadora de dos jóvenes artistas, Peter Pilotto y Christopher De Vos. Y una tiara que rompía tradiciones históricas de los Windsor. El resultado, una novia que pocos habrían imaginado.
Entre los invitados, mucho acierto de protocolo, los ingleses son los reyes del protocolo y las etiquetas, y algún patinazo aislado. Los gustos y las tendencias, son harina de otro costal. Y en la boca de todos, una Cara Delevingne que ha cosechado aplausos y críticas afiladas. ¿Era error su femenino y simulado chaqué casi frac? Apuestas.
ACIERTOS
1. La novia. Su vestido doble escote V, también en espalda dejando ver la cicatriz de su operación infantil de escoliosis, su bordado con cardos de Escocia, tréboles irlandeses, origen de los Ferguson y rosas de York. Sus peep toes de Charlotte Olympia. Su no velo, comidilla en los mentideros sociales. Su falda voluminosa. Y la tiara no esperada. Rompiendo esa tradición de que las hijas de la familia Windsor deben llevar la misma tiara que llevaron sus madres, Eugenia sorprendió con esta joya de brillantes, platino y esmeraldas de la reina Isabel II.
2. Pippa Matthews, embarazadísima, y su verde botella impecable. Chic.
3. El burgundy midi de Demi Moore era exquisito. Comentado fue su bolso Nina, que ya popularizase Meghan Markle.
4. La Duquesa de Cambridge y su guinda divino.
5. La Duquesa de Sussex y su discreto pero sofisticadísimo total look tinta, su vestido abrigo, su tocado y sus salones.
6. Harry y Guillermo siempre están estupendos.
7. El gris perla de la Reina Isabel II.
8. Kate Moss y su corto con chaqueta bolera en lunares y ribetes. Muy top. No tanto lo estaba su hija, que no cumplió el ‘de tal palo, tal astilla…’
9. Naomi Campbell supo usar su negro ‘deslutado’. Eran divinas sus plumas y su lana mezclada.
10. Holly Branson no se complicó y se fue al azul tinta plisado y con cinturilla y abrigo.
11. Holly Candy y su corto con chaqueta en rosa cuarzo.
12. No era error en sí el verde esmeralda de la madre de la novia, Sarah Ferguson. Ni el añil de la Princesa Beatriz. Pero tampoco eran para morirse de gusto. Bueno, ellas nunca lo fueron aunque nos caigan bien...
13. Cara Delevingne y su simulado chaqué casi frac. Guste más o menos, error no era. El protocolo puro y duro de moda de esta ceremonia de día exigía mujeres de corto y tocado, hombres de chaqué. Pero en ese corto con tocado una mujer puede llevar pantalones y sombrero. Y si encima lo que hace es un uso clásico de la prenda exigida a los hombres, independientemente de su sexo, se merece un chapó por su osadía, más allá de si nos gusta o no y de la pura tendencia que haya marcado. Bravo.
ERRORES
1. Lo de la princesa Anna no era error protocolario, pero daba miedo de feo. Ni el verde estampado, ni los guantes negros, ni la pashmina café con leche…
2. Poppy Delevingne no suele tener estos derrapes pero su midi irregular troquelado y su tocado pavo real pasarán a la historia británica de los desatinos. Estoy seguro.
3. El midi casi largo de Sofia Wellesley no se salvaba ni con las flores y el mostaza de su volante rizado. Ni era acierto el negro, ni esa medida incierta que tan poco le favorecía.
4. La esposa de Robbie Williams rompió su perfecto dos piezas corto con un color prohibido en una invitada en una boda.
5. El rojo de Emma Louise tampoco era la opción correcta, por muy favorecedor que fuese.
6. Liv Tyler abusó de su sólido negro y parecía una viuda cumpliendo un luto de protocolo.
7. Que algunas invitadas se metan en jardines tropicales en una ceremonia inglesa de otoño tiene poco acierto, salvo que una señora tengo mucha, mucha clase y tronío.