Desde aquel 2003 en el que esa sevillana alta y espigada de Mairena del Alcor se proclamase Miss España han pasado tantas cosas que la imagen de Eva González no ha hecho sino evolucionar más que positivamente. Su matrimonio con Cayetano Rivera abrió además una etapa de mujer de imagen consolidada.
Modelo, actriz, presentadora de televisión, esposa, madre… Todo ha sumado para convertir a aquella joven modelo de grácil fisonomía en esta mujer que vemos hoy, que desprende optimismo por encima de todo lo demás.
Tiene la belleza por genética y un buen gusto personal por las cosas, pero ¿qué es lo que más nos gusta de ella después de estos 20 años de recorrido?
1. Acierta siempre en los looks ceremoniales. Este vestido con cinturón, en lavanda lavado, con el que bautizó a su hijo es más que un buen ejemplo de ello.
2. Se maneja muy bien con los looks de pantalón. Este, de tipo capote, se lo vimos en una de sus últimas apariciones públicas antes del confinamiento. Podría ser uno de esos ‘looks perfectos’ para una invitada a un bautizo.
3. Los ‘jumpsuit’ son algunos de sus ‘imprescindibles’ con los que siempre acierta. Tanto en el día a día como en la fiesta o los eventos.
4. Domina mucho mejor los largos que los cortos, tanto en la fiesta y la noche como en el día y la naturalidad.
5. Sus ‘makeup’ y ‘beauty’ siempre explotan su raíz andaluza y su belleza más natural. Y eso es más que un acierto.
6. El rojo, los fucsias, los rosas, el blanco y los azulones son su paleta perfecta.
LO MEJOR DE SU IMAGEN está en su ceremonia, que une bien tradición y mucha frescura. Y en la explotación de su raíz andaluza.
1. Como en el caso de muchos personajes, algunos de sus desaciertos (no tanto errores) los encontramos en el más desenfadado ‘street style’.
2. Tampoco es un hacha en algunas prendas sueltas básicas de su armario más informal.
3. Los negros más opacos, que en muchas personas son un básico para no fallar cuando hay dudas, en ella no son su mejor paleta. Apagan todo el optimismo que genera su imagen.
LO PEOR DE SU IMAGEN se reduce a esos looks más informales, que se vuelven demasiado despreocupados. Ella se mueve bien, sin duda, en la ceremonia.