Puntadas con y sin hilo de la cuarta jornada de la Fashion Week Madrid

divinity.es 29/01/2019 09:53

Beatriz Peñalver

👍🏻 CON HILO

Los tuaregs de Peñalver tienen alma y curvas femeninas

El desierto de Tenere, su arena tostada y sus cielos azules, impregnan una colección de color y pureza. Naranjas y celestes. Lanas puras y paños impecables conforman ese universo cálido y acogedor con abrigos y punto XL en ese fuego de los atardeceres del Sáhara. Faldas con tanto cuerpo que podrían pasar por esculturas. Ponchos de flecos incendiados por una puesta de sol.

El azul celeste, en esos mismos paños de lana rica, es un reflejo casi onírico de aquellos cielos. Bajo ellos, corpiños de lana sobre cuadros. Trenchs y pantalones Capri de cuadros en guata. Vestidos camiseros de rayas y volantes. Todo era idílico hasta que se hizo la noche. Y los manidos oros y negros restaron magia a las lanas del día. Aún así, su calidez perdura.

INUÑEZ

👎🏻 SIN HILO

INUÑEZ quiere pintar como Monet pero se queda en su aprendiz

El inicio del impresionismo es un punto de partida para una colección con muchos tópicos, aunque con patrones interesantes. Abrigos coral de simulado astracán, vestidos silueta bajo vinilos transparentes, faldas de lentejuelas plata con blusas negras de gasa, pantalones de mate lamé con abrigos de pelo rasurado en azul pastel, sastres superpuestos en rosas y naranjas lavados. De la paleta impresionista INUÑEZ rescata también los rosas, en cuarzo, con superposiciones y multicapas bajo los vestidos, con pantalones de punto de seda que se tornan violáceos. Los sastres champagne son un pellizco de sol en esa acuarela que no es perfecta pero que va cogiendo color y forma y sé que crecerá.

Jorge Vázquez

👍🏻 CON HILO

Vázquez vive en la exquisita residencia en Tánger de Barbara Hutton y juega hace tiempo en otra liga

Si ya era poco exquisito lo que recordaba nuestra memoria con este Vázquez inmenso, aunque su marketing siga siendo su propia cruz, ahora desembarca en esas noches exóticas de Sidi Hosni para beber de los 70 más lujosos, desde Marruecos a Oriente Medio. Berenjenas y naranjas en sastres fluidos. Chaquetas de lentejuelas azules vibrantes.

Las mismas lentejuelas en vestidos con botas fucsias. Terciopelos ricos, plumas, pasamanerías, flecos... Estampados de alfombras de Pakistán. Sus vestidos rosas con tigres de Bengala son absolutamente exquisitos. Sus abrigos encendidos con espaldas de tablas, un sueño, como casi todo su imaginario que no puede ser más rico, generoso, exquisito y triunfal. Chapó por sus sueños orientales.

Marcos Luengo

👍🏻 CON HILO

Las costuras con texturas de Luengo

Punto sobre punto. Delantales de tartán como arquitecturas caprichosas en patrones ya ricos de por sí, abren una colección lujosa, de terciopelos, paillettes y muchas plumas de avestruz. Una puesta en escena turgente como un sueño de Zarinas. Inmensos tartanes, lanas naranjas incandescentes, terciopelos enriquecidos con bordados y cristal. Batines orientales.

Sus vestidos impecables de terciopelo azul son un guante perfecto para esas mujeres de Luengo que igual visten la noche de clásicos terciopelos, que de satenes con cola o que se enfundan en el volumen estrambótico de un Lurex plisado.

Malne

👍🏻 CON HILO

La Grace Jones de Malne tiene mucho rollazo

Meterse en la piel de esta diosa jamaicana, icono de los ochenta, pasaba por recrear con certeza sus despampantes curvas y su desbocada fuerza y los responsables de Malne lo han dibujado con tal creatividad que si uno entornaba los ojos en pleno desfile podía encontrarse de golpe con la Jones en carne mortal y con toda su ochentera garra.

Hombreras marcadísimas, faldas ultra minis, trenchs de mangas importantes, vinilos sobre encajes de chantilly, neoprenos bordados... El negro integral es un punto de partida para que esta Jones ‘malníficada’ se pinte una noche los labios de un rouge tan subido como sus abrigos de mangas gigantescas y se calce unas botas tan altas y tan negras como las piernas kilométricas de la diosa. Los jumpsuits con cancán a la vista son un escándalo tan dulzón y sonado como el buen rollo que emanan sus creadores.