Una cita en el Wellington, un clásico de Madrid, con ella es como un baile privado después de desayunar. Llega enfundada en vaqueros y lana gris, anda casi flotando, el pelo brillante como crin de un equino en competición, la sonrisa limpia, la mirada tímida. [LO MEJOR DE LA ENTREVISTA AL FINAL DEL TEXTO]
¿Has dormido aquí Cecilia?
No. (Risas). Pero no me importaría porque es un hotel estupendo. He venido a tomar mi café, que lo ponen estupendamente, y a veces vengo a comer en el japonés, que se come de maravilla.
O en el vasco, yo como con un amigo televisivo en el Goizeko Wellington. ¿Cómo estás?
Muy bien, muy tranquila, aunque con mucho trabajo porque hemos arrancado la gira hace poco en Elda. Llenamos el teatro y hemos empezado con muy buen pie.
Te vi hace poco en el Deluxe. ¿Estabas nerviosa?
Sí. Un poco. Yo soy bailaora y en el momento en que se me pregunta por otros temas de mi vida me pongo nerviosa.
¿Hoy también lo estás?
No. (Sonríe). Hoy estoy tranquila, pero no sé yo, eh... (Juega con las miradas).
Si yo soy un santo…
Sí, sí. Ellos se portaron muy bien, tengo que decirlo.
Debes asumir que a pesar de ser una estupenda bailaora saltaste al mundo del corazón por tener una relación con Francisco Rivera
Claro. Soy totalmente consciente de eso.
No te quejes que la gente habla de ti con cariño. No tengas miedo
Qué alegría. No es miedo al trato sino a saber salir en determinadas ocasiones. Siempre he ido con mi verdad y no tengo nada que ocultar.
¿Qué relación tienes ahora con Francisco?
Ahora en primer lugar de amistad, de cariño, estamos trabajando juntos. Estoy muy tranquila porque tengo confianza en él y todo lo que hace es por y para mí sin más beneficio que la compañía salga adelante. Como sabes es un homenaje a la Duquesa de Alba, él la adora.
¿Compañía y empresa común?
No exactamente, la compañía y la empresa son mías y entre los dos llevamos el tema de distribución, producción, organización. Él tiene su temporada, sus empresas y era complicado que él llevase todo solo pero hacemos un esfuerzo común.
¿Cómo es trabajar con alguien con quien has compartido nueve meses de amor y una relación pública?
Se lleva bien porque tenemos las cosas muy claras. Si tuviésemos otra relación sería imposible. Tengo total confianza en él. El otro día coincidimos en el programa de Quintero. Yo iba a bailar…
Eso es tráfico de influencias… (Risas)
Nooo. (Más risas). Ya era como el reencuentro entre Francisco y Cecilia. Y no hay ningún reencuentro porque nosotros no nos hemos dejado de reencontrar. Esto lo llevamos entre los dos y siempre va a estar en el aire hasta que él no tenga otra relación. Es así.
¿No la tiene?
No lo sé. Pero siempre está el rumor de si estamos juntos. Yo creo que por su fama de mujeriego.
Ah, ¿tiene fama de mujeriego?
Eso dicen. Y por eso siempre está la sombra de que la amistad vaya más allá.
Sin esquinas. ¿Te habría gustado que fuese el hombre de tu vida?
Sí. Cuando tienes una relación no le pones fecha de caducidad y quieres que sea el hombre para siempre. De pareja pasas a una convivencia y tus proyectos en común van siendo cada vez más grandes. Y cuando eso deja de estar así, pues…
¿Por qué dejó de estar?
Yo creo que porque fue una relación muy intensa. Hemos sido muy acaparadores y hemos estado 24 horas juntos. Luego él empezaba la temporada, yo este proyecto y empezaron los conflictos, no la guerra.
Fue una disolución y no una ruptura trágica
Trágica no pero sí dolorosa porque había amor.
No es lo mismo dolor que tragedia...
Claro. Trágico no ha sido. Doloroso sí, y lo bueno es que hemos podido llegar a la relación que tenemos ahora.
¿No estás enamorada?
No. (Sonrisa muda). No me mires así (Risa).
¿Por qué? Estoy buceando en tus ojos
Yo creo que no se lo cree nadie.
Si tú me lo dices yo me lo creo, mujer
Vale, vale.
La gente sabrá mirar en tus ojos cuando vea esta entrevista. Yo no soy juez ni censor, sólo un compañero de charla hoy que propone temas. Como éste, Sara Baras…
Pues he estado 8 años en su compañía. De los mejores en mi carrera porque hemos viajado por todo el mundo. Me parece una gran artista, una gran bailaora y que creo que va a ser mamá pero si luego retoma su compañía pues será con el mismo éxito.
No tenéis, por lo que sé, ningún tipo de relación
Hoy por hoy no.
¿Te da pena o te resulta indiferente?
Bueno cada uno determina su camino y el mío ahora es mi compañía.
Eres diplomática. Pues hablemos de tu compañía. Francisco Rivera está ahí y te echa muchas manos pero el peso de esta compañía es Cecilia. ¿Qué haces, qué significa?
Mi compañía significa todo hoy en día para mí. Hemos creado una obra nueva, inédita, porque todo es inédito en la obra. Hemos estado todos muy involucrados y hay momentos mágicos. Trabajamos mucho en la producción que es lo que más me cuesta porque bailar es lo mío, pero producir…
¿Eso no lo hacía Francisco?
Bueno lo hacemos ambos. Pero cada uno en su oficina.
Como Doris Day y Rod Hudson
Sí. (Risas).
¿Por qué te asusta la producción?
Porque hemos sido muy salvajes, muy arriesgados. Estrenamos en el Lope de Vega, colaboraciones con grandes profesionales, De Lucía, Canales… Todo a lo grande y parecía que todo era por ser la novia de Francisco. Y fue mucha presión. Porque no tenía horas del día para que saliese todo perfecto y superar todo lo que se estaba diciendo.
Francisco es un avispado sevillano, seguro que saca eso adelante… Has nombrado a Canales. Háblame de esa gente tan distinta que hay en tu mismo mundo y cómo os lleváis. No siempre son buenas las relaciones. Canales, Cortés, Amargo, Baras…
Son distintos. Que yo sepa hay buen rollo entre estos pedazos de artistas.
He nombrado a los más mediáticos. No significa que yo me posicione ni que sean ni los mejores ni los peores
En el caso de Canales, que ha sido la colaboración más especial que he tenido, es un maestro. Es una persona generosa hasta decir basta. Conmigo se ha dado y se ha entregado el 100%. Es un genio. Le queremos toda la profesión. Sube al escenario y no hace falta ni que suba los brazos. Con Joaquín Cortes estuve trabajando en una audición y aprendí muchísimo. Ha marcado mucho en la danza y ha llevado el flamenco a muchos sitios del mundo. Rafael es auténtico, es especial.
¿Te sientes valorada por tu mundo más allá del papel couché?
La gente de mi mundo es la más crítica. No creo que miren las revistas. Se sientan en el patio de butacas y me ven bailar. Mis propios compañeros son los que más nerviosos me ponen. He tenido el cariño y el apoyo de muchos que no se casan con nadie.
Cuando alguien baila como tú, yo te vi hace tiempo, pero sólo la reconocen por ser la ex de Francisco Rivera ¿cuesta?
Tiene sus pros y sus contras. Mucha gente sabe que hay un espectáculo mío sobre la Duquesa por haber tenido una relación con Francisco. Se interesan por eso. Pero luego hay comentarios que duelen, aunque agradezco a la prensa el llevarme bien con todos y no tener problemas. En el arte cuesta que tu trabajo trascienda.
Si es que Francisco es tu mejor agencia de comunicación, no lo dudes
Por supuesto. Pero a veces también es negativo porque se hablaba de que iba fatal y de que no se vendían las entradas…
¿Vendes entradas?
En Elda estaba lleno. En Pamplona estaremos el día 5 y están todas las entradas agotadas. Luego estaremos en Sevilla, Córdoba, Málaga… Volveremos a Madrid, si Dios quiere, después de un año de gira por España.
¿Francisco te acompaña en la tourné?
Físicamente no porque está con su temporada. Además a él también le duele que se digan estas cosas. Vino a Coruña y al final, después de todo el esfuerzo que hay detrás, la noticia era que Francisco estaba en el teatro.
Hay que mirarlo por el lado positivo. Si hay un tirón pues hay que aprovecharlo
Al principio me costaba, me indignaba, con todo el esfuerzo que hacíamos.
Pues que no te cuesta hija
Hoy estoy encantada y hay respeto por lo que estoy haciendo aunque pregunten siempre por Francisco.
¿Cuál es tu relación con la Duquesa de Alba?
Hay una relación personal de mucho cariño. Para mí es una mujer única, especial. Por eso este espectáculo está inspirado en ella. Es un homenaje. Ella sigue con nosotros el transcurso de la compañía, si sale bien, cómo está el teatro, si hay público. En el estreno estaba entusiasmada y no sabía qué podía pasar en el escenario. Nos ha cedido fotos suyas para promocionar el espectáculo.
¿Qué te parece Cayetana, la mujer?
Tiene una personalidad arrolladora. Está sentada y te da respeto sin saber si es Duquesa. Tiene una elegancia y una manera de ser y estar…
¿Vas a ir a la boda?
¿Hay boda? (Carcajadas).
Hombre… Lo ha contado la prensa, no me lo saco de la manga
Si hay boda y me invita ahí estaré.
¿Te gustaría que te invitase?
Por supuesto. Como a todas las personas que la queremos.
Es curioso que hables así de ella, que le hagas un homenaje. La Duquesa es la ex suegra de tu ex novio. Esto es un vodevil…
Sí. Es para hacer un guión aparte.
Hablemos de lo divino. ¿Francisco lo es?
Divino, divinísimo.
¿Y humano?
Muy humano. Ayuda mucho a sus amigos. Siempre está ahí. Me parece curioso que digan que es serio porque es muy divertido.
Hombre con la prensa es serio
Sí. También llega un momento en el que hay que ponerse serio.
Pero es cuestión de hacerse respetar. Aunque a veces sea molesto que te sigan
En mi caso se me conoce hace poco tiempo pero yo llevo un espectáculo y sé que tendré que exponerme y hacer mis promociones porque quiero que la gente venga al teatro.
¿Y qué tiene Cecilia de divina?
Pues no sé. Me gusta comer bien, descansar y vivir con los amigos. Lo más divino de nuestra vida es vivirla. He aprendido a quedarme con lo bueno, a aprovechar la energía, gastamos energía en cosas innecesarias y nos hacemos mala sangre.
Divina llamaban a la que podría haber sido tu suegra…
Divina, divinísima. Ella era la divina de las divinas.
¿Te habría gustado conocerla?
Por supuesto. Era una belleza espectacular. Todo lo que oigo de ella es que era fantástica con su gente.
Hoy he leído en Twitter una maldad. "¿Cómo es posible que del mismo hombre salgan Francisco Rivera Ordoñez, Francisco Rivera Pantoja y Cayetano Rivera?"
(Risas). A lo mejor me voy a mojar mucho. Veo a Fran muy Ordoñez y Dominguín. A Cayetano muchos rasgos Rivera y a Kiko… muy Pantoja. (Risas).
¿Qué queda por delante?
Cuidar mi sueño. Porque lo he cumplido y ahora hay que cuidarlo, trabajar para que siga adelante y que dure en el tiempo. Quiero seguir con la compañía y no parar de trabajar porque ha costado mucho.
¿Qué te disgusta en la vida?
En la vida en general la injusticia y la mentira.
¿Se ha mentido mucho sobre Cecilia y Francisco?
Con la ruptura se barajaron posibilidades pero no se ha mentido mucho. Sí se han dicho cosas que me han dolido, sobre todo en mi trabajo.
¿Qué te ha dolido?
La palabra fracaso. Porque con todo lo que costó montar el espectáculo si hubiese tenido que echar el telón al día siguiente ya no habría sido un fracaso. El esfuerzo ya es suficiente para decir lo que somos. Una vez que te subes al escenario no hay ni trampa ni cartón. Y encima es que dijeron la palabra fracaso antes del estreno. Sin haber visto nada. También dijeron fracaso cuando Fran y yo dejamos de ser pareja. Y que era una oportunista, y si lo hubiese sido habría mantenido la relación antes de estrenar.
Si lo fueses habrías ganado mucho dinero yendo a muchos sitios. ¿Le molesta a Francisco que vayas a las televisiones?
No. Él sabe a lo que me dedico y que lo tengo que hacer. Yo no me siento a hablar de Francisco sino de mi trabajo pero tengo claro que me van a preguntar por él. No tenemos nada que ocultar y no tengo nada malo que decir de él.
¿No era humano? Tendrá algo malo, digo yo…
Todos tenemos algo malo.
¿Cómo te ves dentro de muchos años? ¿Estaría Francisco en esa visión de tu vida?
De amistad yo creo que va a estar siempre. Laboral no sé cuánto pero me gustaría que fuese mucho tiempo.
¿Te gustan los toros?
Sí.
¿Y Francisco en la plaza?
También. Pero fui poco porque pasaba miedo.
Vuestra entrada en sociedad se produce con la polémica entrega de aquella Medalla de oro al trabajo. Se hicieron muchas críticas muy frías y muy poco justas. ¿Cómo lo viviste?
A él le afectó. Yo no soy crítica taurina, lo viví como su pareja y estaba orgullosa. Lo viví con nervios porque me exponía a todo esto y soy tímida.
¿Eres tímida?
Sí, aunque no lo parezca.
Sí que lo parece. (Risas). En la historia del arte ha habido grandes tímidos…
Es verdad. Es una manera de escapar. Yo me expreso con todo mi cuerpo.
Yo te veo tímida, reservada, muy discreta, guapa. Un perfil muy de Francisco. Creo que volveréis a estar juntos algún día
(Risas, miradas y silencio).
¿Crees que Francisco aceptaría una charla con Nacho Montes? Sin esquinas, como todo lo que yo hago en mi vida, tranquilamente…
Yo creo que sí. Si quieres se lo pregunto.
Dile que si se atreve será un placer…
Se lo propongo.
Que vaya bien, que tengas mucho éxito…
Espero verte en el teatro.
En cuanto vuelvas a Madrid. Te agradezco la charla porque no era un camino sobre Francisco aunque hayamos hablado mucho de él, sino sobre Cecilia.
Yo estoy orgullosa de las personas que han formado parte de mi vida profesional y personal. Yo he trabajado mucho y duermo tranquila. Me he quedado vacía y he dado mi cien.
No tan vacía, espero que quede mucho arte dentro. Un placer.
Igualmente. (Sonríe agradecida, me la creo).
Y se queda observando, cobijada en el calor que su cuerpo ha dejado en la butaca imperialista. En sus ojos sigue brillando emoción, ternura, complicidad y muchos pellizcos de vida.