Pitita Ridruejo: "No sé qué es ser pija, me parece una tontería"

JUAN RODRIGUEZ UÑA (IMAGEN) 28/12/2010 09:17

Esperanza Ridruejo. ¿Por qué Pitita? (Seguro que lo ha contado mil veces)

Me lo han preguntado muchas veces pero nunca he sabido responder, porque yo me llamo Esperanza porque para mí es el nombre más bonito que existe en el mundo. Fíjate lo que eso significa. Me llamo como la Virgen Macarena, María de la O y es una Virgen que yo adoro.

Decían los griegos que la esperanza es lo único que quedó en la caja de Pandora cuando se destaparon los males del mundo…

Pues es verdad. Yo no es que sea griega pero mi marido es medio griego, Stilianopoulos. Él es filipino pero el padre era griego, él habla griego y a mí Grecia me encanta.

¿Siempre has sido Pitita?

Sí, Pitita siempre. Parece ser que de pequeña uno de mis primos no sabía decir bien Esperancita, que es como me llamaban, y empezó diciendo Pita, pita y acabó con Pitita.

¿Cómo debo llamar a Pitita en esta entrevista, de usted, de tú?

De tú, de tú por supuesto. Nos tuteamos siempre, no me vas a llamar ahora de usted. (Risas). Aunque acabo de cumplir años, muchos, no pienso decir cuántos que ya lo han dicho los demás, pero nosotros siempre nos hemos llamado de tú.

Hemos coincidido hace poco en el Territorio Comanche de nuestra amiga Tárrega. Qué hace una persona como tú en un lugar como ese…

Yo fui encanta, a mí Cristina siempre me ha caído my bien. La encuentro con mucha vida y muy natural y simpática. Me invitaron y no lo pensé. Me encantó encontrarme con gente estupenda. Estaba Jaime Peñafiel que voy a aprovechar para piropearle porque él siempre dice cosas de mí que le agradezco mucho, le conoce hace muchísimos años y es un fantástico periodista y una estupenda persona. Y luego me encontré contigo y hablamos mucho y todo fue muy bien.

Sabes que Tárrega te defiende a capa y espada en muchos foros. ¿Qué te parece cuando te llaman pija?

Pija no sé ni lo que es, me parece una tontería. Es un nombre feo y no dice nada maravilloso. Me he enterado de que una persona me llamó pija despectivamente. No quiero decir su nombre porque a lo mejor no está bien que no estando ella presente hable mal de ella, cosa que ella no hizo conmigo porque yo no estaba presente cuando ella me puso verde. Sé que Tárrega me defendió.

Tú no lo vas a decir pero yo sí puedo. Estamos hablando de Pilar Rahola. Es que yo veo la tele. Trabajo en ella y la veo, tengo esa buena costumbre. Esto fue en La Noria, en una entrevista a Carmen Lomana.

Sí fue con Carmen Lomana que me acababa de hacer ella a mí una entrevista. Ella no me lo ha dicho pero me lo han contado por otros sitios. Por lo visto ella dijo que yo era una pija y Carmen y Cristina le dijeron que no hablase así de mí porque no me conocía. Y ella contestó “ni la conozco ni la quiero conocer”. Eso no me gustó, me parece una falta. Yo en cambio a ella no la conozco pero sí la veo.

¿Has tenido alguna vez algún problema con la prensa?

Nunca. Al revés, tengo unos amigos buenísimos en la tele. A Karmele la conozco hace siglos, es encantadora.

Para conocerse hace siglos hay que tenerlos…

Es que yo casi los tengo. Estoy bordeando el siglo. Se publicó mi fecha en algún sitio.

Lo sé, pero es una ordinariez hablar de esto. Lo importante es estar estupendo teniendo casi un siglo… dicho por Pitita…

Bueno todavía me faltan algunos años. Me gusta mucho la vida.

¿Cómo es la vida diaria de Pitita?

Mi vida son mis nietos. Las personas que no tienen nietos no saben lo que es eso. Es impresionante, son ángeles. Mi nieta pequeña, la hija de mi hija Claudia, que acaba de cumplir 5 años, me dice ayer “estoy triste porque en el cole hay una niña que no cree en Dios, tampoco cree su madre...” Y me daba una pena que la niña estuviese con ese problema con cinco años.

¿Te da pena porque tan pequeña se plantee esto o porque crees que es una pena que haya gente que no cree en Dios? Sinceramente.

Por las dos cosas. Sinceramente. Yo creo en Dios por encima de todo y lo digo aquí y donde tenga que ser. Me da pena y orgullo porque qué sensibilidad tan grande hay que tener con cinco años para estar apenada por eso. Con los nietos te pasa eso continuamente. Hasta el punto que yo tengo un libro precioso de mi hija que los encuerna ella pero sin letras, en blanco…

…un bloc de notas, un moleskine…

Sí. Y lo uso para poner estas frases que me dicen mis nietos, que tengo seis.

Hablando de creencias, estamos en plena Navidad, ¿qué piensa Pitita cuando la cuestionan o se mofan de tus creencias y tus apariciones? Yo no entiendo la mofa sobre la fe de los demás aunque respete que cada uno es libre de creer en lo que quiera.

Yo siempre he tenido fe, he ido a un colegio de monjas, tengo una familia católica cien por cien, tengo familiares sacerdotes y misioneras. He vivido siempre en ese ambiente.

Pero no hablaba de eso. Yo soy de familia católica conservadora y no se me aparece la Virgen ni sé si se le aparece a otros…

Hay que dejar claro, ya que me das la ocasión de decirlo, que a mí no se me aparece la Virgen pero sí lo he visto, Yo he publicado ocho libros y he escrito en el ABC, que no hay duda de que son todos católicos…

…habrá de todo como en botica…

…habrá de todo. En ABC he escrito cuarenta páginas sobre apariciones y cosas religiosas, lo llevo en la sangre. Pero nunca he dicho que a mí se me haya aparecido la Virgen. Cuando volvimos de Inglaterra, que estuve allí siete años, no es que tuviera duda de lo que creía pero empecé a ir a El Escorial, donde se aparece la Virgen, y me emocionó ver a la gente rezando, la unión, la paz, la serenidad…

¿Afirmas que hay apariciones porque lo crees de verdad?

Porque lo estaba viendo. Y empecé a profundizar en la religión porque es difícil.

¿Sabes que hay mucha gente que se lucra, con engaños, de la fe de los demás?

Por supuesto. Lo sé perfectamente. Llevo desde el año 85 metida en visitas a lugares donde hay apariciones y yo he dedicado mucho tiempo en España y en Fátima, en la Antigua Yugoslavia, donde se apareció la Virgen en Bosnia Herzegovina, donde después del aviso hubo una guerra. Hoy en ese lugar se sigue apareciendo la Virgen. Es increíble pero claro el que no lo ve es muy difícil que lo crea.

Cambio de tercio. ¿Ya no vas a fiestas de sociedad? Con lo fiestera que has sido...

Si tú estás casada con un señor que es diplomático dónde vas a ir. Mike ha tenido muchas embajadas, Países Nórdicos, Londres, España y hemos estado quince años fuera de España. Siempre hay fiestas y actos. Lo primero que te sucede cuando llegas es que te llaman para decirte que va a llegar lady no sé cuantos para enseñarte protocolo. Respuesta de mi marido “en España tenemos Reyes”. Para mí los Reyes de España son el novamás. En Londres tienen protocolo hasta los caballos. Allí en las fiestas siempre debes llevar tiara, sombrero a todas partes…

Ya no vives eso. ¿Lo echas de menos?

No lo echo de menos pero estoy encantada de haberlo vivido. Fue una maravilla estar de embajadora en Inglaterra. Conocí bien a la Reina. Cuando nos volvíamos a España nos invitaron a pasar un fin de semana en Windsor. ¿Sabes lo que es estar mano a mano una noche cenando con la Reina de Inglaterra? Yo la adoro, soy una fan, me entusiasma. En esa cena le dieron la noticia a la Reina de que el Príncipe Andrés acababa de embarcar para ir a las Malvinas. Ella se quedó muerta. Yo le cogí la mano y le dije “Majestad no permita que Don Andres se vaya a la guerra que es muy joven”. Ella me dijo que era una madre más en el mundo y que si otras madres permitían a sus hijos ir a la guerra cómo iba ella a negarse.

¿Hacías cenas de petit comité

Petit comité total.

Pues cenaríais poco y mal, porque la Reina de Inglaterra no cena nada. Seguro que no había tortilla de patata y vino tinto…

No me acuerdo lo que cenábamos. Yo era muy amiga de su hermana, la Princesa Margarita, que era un sol. Y por eso las cenas eran en petit comité porque la Reina sabía la amistad que teníamos con Margarita. En la última cena en Windsor estábamos solos con la Reina, su marido el Príncipe Felipe, la Princesa Margarita y el Ministro de Educación. Yo tenía un hijo estudiando en Londres y el Príncipe que lo sabía me dijo “aprovéchate, que este señor es el Ministro de Educación”. La Reina me enseñó Windsor.

Así como dos vecinas…

Como vecinas. Yo le dije majestad ya volveré a verlo otro día. Ella insistió. La Reina tuvo un detalle que nunca me olvidaré porque nos dejó en su biblioteca, que es maravillosa, dos libros a Mike y a mí. Uno sobre Filipinas y otro sobre España.

¿Conociste a Lady Di?

Fui a su boda.

Su vestido de novia ha sido el más espantoso de la historia de la moda…

Sí, pero ahí estaba todo el mundo loco con él.

Porque los ingleses…

Fue una boda muy bonita. Lady Di vivía justo enfrente. Nuestra embajada, preciosa, victoriana, estaba enfrente de su residencia.

He dicho antes que los ingleses vestían mal pero en realidad ellos son unos dandys. Me encantan. Ellas son las que se visten criminalmente…

Sí pero son enormemente correctas y dignas. Socialmente son estupendas.

¿Qué opinarían de Leticia?

Pues no lo sé, yo creo que lo está haciendo todo muy bien. Fue una sorpresa al principio pero se está comportando divinamente. Es muy guapa. Tiene muy buena facha. No la conozco mucho pero está muy bien, y el Príncipe está encantado.

¿Qué harían Lomana, Pitita y Tárrega en una juerga particular?

Pues pasárnoslo muy bien. Me gustan las cenas con todo el mundo. Mis hijas me prepararon una cena sorpresa el día de mi cumple. Con gente muy diferente. Ellas eligieron a mis amigos de esa noche. Fue lo más divertido. Luego algunas de mis nietas pequeñas tocaron el violín.

Tú te codeas con Alaska, Tárrega, Lomana, Isabel II de Inglaterra…

Son casualidades. Alaska es muy amiga mía. Hay momentos en la vida que conoces a ciertas personas y surge una amistad o lo contrario. Como me ha pasado con esa señora que no quiere conocerme. (Rahola).

También es libre de no quererlo…

Es tonta.

Es tonto decir que no se quiere conocer a alguien. ¿Quién dejó huella después de conocerle?

Madre Teresa de Calcuta. La conocí porque vino a Madrid, no por la embajada. Estuve con ella toda una noche. Era una mujer de una vitalidad y una conversación… Me preguntó por mi nombre, redije Hope. Eso es lo que hace falta en el mundo, me dijo ella. Hablamos de muchas cosas. Para ella lo peor de nuestra sociedad actual era el aborto.

No pretendía hablar contigo de esto, prefiero la Pitita divertida. ¿Sabes que eres icono gay? Internet dice que te siguen con fervor los gays de veintitantos…

(Risas). Yo pensé que el icono era Alaska. ¿Me hablas en serio?

Sí.

Pues fíjate tú que un día recibo eso que se pone en las solapas...

Pins…

Eso. Recibí una caja llena de pins con mi cara. Me lo había hecho un chico. Me enteré por Alaska y su marido, que es encantador, con todo su pelo largo…

Mario Vaquerizo es divino. No hay nadie a quién le huela el pelo mejor, eso me decía Marta Robles el otro día. Doy fe.

No me digas. (Risa). Pues ellos tenían una migo que me hizo todos esos pins.

Igual deberías subirte a una carroza del Orgullo. ¿Te atreverías?

No, no. Ese tema vamos a dejarlo aunque yo respeto a todas las personas, no juzgo.

¿Qué haces en Navidad?

Comprar algún regalito aún y cenas y comidas familiares y con amigos.

Poca juerga…

La nuestra. Y veremos la televisión, no creo que salgamos.

Te llamaré un día para cenar con gente muy pinturera y compartir nuestras libertades…

Pues me parece bien, pero no me comprometas mucho que… (Risas).

Agradezco tu respeto hacia esas personas que hablan de ti. Rahola, que a mí me gusta a menudo en sus intervenciones, ese día estuvo desafortunada pero no creo que fuese con maldad. Y me encanta haber tenido esta nueva charla contigo para desmentir a Rahola.

Ves como no tengo la cabeza vacía. Díselo, que estaría dispuesta de debatir con ella.

Si dices eso te llevan a la tele enseguida…

Entonces no lo digo, pero como no lo vas a quitar se queda dicho. (Risas).

Un placer. Nos veremos en la vida.

Encantada.

La chimenea exhibe luces rojas navideñas. Pitita emerge del sofá y nos invita a ver la casa. En la cocina penden, simétricos, los cuadros que ella pintó hace años. Sillas de época sobre suelos en damero plasmados en sus óleos. Los mismos que enamoraron a Andy Warhol cuando conoció a la musa gay, a la contempladora de la Virgen por el mundo, a la eterna embajadora.