Dicen casi todas las reseñas sobre la noche de los Grammy latinos que lo más destacado fue la ausencia de Rosalía. Pues estamos apañados, vaya. No sé si hoy podré dormir con tan catastrófica noticia.
El caso es que en esta era Covid en la que seguimos lo normal es la ausencia de ciertos artistas, no le veo yo más asunto a la cosa.
De una forma o de otra, con las estrellas contadas a cuenta gotas y muchas de ellas poniéndose el ‘modeli’ en casa, la alfombra roja, o no alfombra, de estos premios sin par sigue siendo un dislate. Si una/uno se pone decente ya es la ‘reina del chantecler’.
1. Yalitza Aparicio, presentadora de la gala, se cambió seis veces. Ni una estaba tan mona como para un acierto en toda regla. Pero visto lo visto, al menos le doy la tregua por el simple hecho de cambiarse de ropa tantas veces por tan pobre motivo.
2. Karol G se pasó la noche bordando cristales de culo de vaso a sus modelitos. Y no es Jennifer Lo ni de lejos, pero a pesar del cristo de sus ‘outfits’ y por aquello de la bondad para valorar el buen rollo en galas de pandemia, la dejo aquí en los aciertos. Por el esfuerzo de intentar deslumbrarnos, aunque sea con el culo de una botella expuesto al sol.
3. Al menos Ana Brenda se molestó en calzarse un vestido de noche y de ‘red carpet’. Y se convirtió en un alivio para la noche. Algo es algo.
1. Anitta decidió que la noche no estaba fría y se podía ir en bragas y medias con todo su… talento. Qué cosas oye. Hubo un tiempo en el que mostrar piernas en la ‘red carpet’ era una gloria. Pero un día llegaron tres modernas y decidieron que en ropa interior se iba mucho más cómoda y claro, la cosa ya no tiene tanta gracia.
2. Sebastián Yatra me encanta cantando. Cierto es. Pero la moda le devuelve a aquellos showman más casposos de las nocheviejas más rancias de antaño. Qué miedo.
3. Camilo podría ser, sin inmutarse, el nuevo muñeco ‘chuqui’ de un mago sin piedad. Vamos que podría salir de cualquier sombrero siniestro y haberse comido al conejo antes de hacerlo.
4. A Karol G se lo paso. Pero a Bad Bunny ni zanahorias el doy. Qué mareo de glitter en su escarchado mono de esquí.
5. Alejandro Fernández, que canta como los ángeles, ¿ya no sabe ir a un evento sin el disfraz de mariachi?
6. Si Juanes sigue sin cortarse la melenita acabará de tarde de rulos con la Pantoja. O a lo peor, de copas con el señor Iglesias.
Pues eso. Que así estuvo la noche. ¿Quién da más?