La eterna chaqueta de pista. Esa especie de cazadora con cremallera en materiales ligeros que servía a los tenistas para llegar a la pista de juego y salir de ella después de sudar un partido, y que se extendió a todos los deportes como parte superior del chándal, tuvo su incursión en la moda en los años 70 de forma masiva. Una década después, en los 80 y casi hasta los 90 se instaló como un 'must' de primavera en todos los armarios famosos del mundo, y por ende en el de los comunes mortales.
Tuvo su declive pasados los 90 y ya solo la usaban con acierto ciertas tribus urbanas, el resto era farragoso y de dudoso gusto. Pero esta primavera, si quieres estar a la última, tiene que haber en tu armario alguna de estas históricas chaquetas. Las hay para todos los gustos, desde las chandaleras de siempre, con rayas en las mangas y logos en el pecho; hasta las bomber, más depuradas y en materiales con más empaque.
Nuestra pandi 'It Gay' nos hemos reunido, con las nuestras puestas, para debatir. Este ha sido el resultado de preferencias.
1. Deportiva y chandalera
La de siempre, la que seguramente hasta tengamos por algún cajón o guardemos de nuestro padre como una reliquia. De materiales transpirables, con bandas en las mangas, y de iconográfica firma: Adidas, Puma, Lacoste, New Balance… Las hemos usado mil veces para ir al gimnasio, hoy toman la calle para llevar hasta con pantalones sastre y zapatos ingleses. Es la primera opción para casi todos los sondeados.
2. Bomber clásica
Más alejada del mundo chándal pero con el mismo efecto de comodidad y ligereza. Esta versión siempre funciona porque las hay muy diversas: desde algodón e informales, hasta de ante, rasos, estampadas y bordadas, o las más rotundas y festivas. Un 'must' para muchos momentos del día.
3. Ultra ligeras
Las hemos visto de lino, algodones súper ligeros y lonetas frescas, perfectas para el verano, más allá de la primavera. En blanco, amarillo, crema, verde militar o rosa cuarzo… Perfecto aliado para una noche de brisa estival.
Las encontrarás en todos los sitios, low cost o firma, y seguro que tu padre guarda alguna que será un puntazo vintage.
Señores, ¡a la pista de juego!