Australiano, 189 centímetros, 44 años, dos hijos adoptados, una mujer 14 años mayor, padres separados, muy creyente -estuvo a punto de meterse a sacerdote- y una vez nominado al Oscar. Hugh Michael Jackman Watson es el nuevo premio Donosti del Festival de San Sebastián y casi la totalidad de las/los cinéfilos de la península están haciendo la ola pensando en que el marido de Deborra-Lee Furness pise La Concha. Repasamos sus motivos.
Su sonrisa
Desde bien pequeño, este australiano de Nueva Gales del Sur (1968) entendió que una sonrisa abre más puertas que un cheque. Durante la adolescencia la perfeccionó y fue una de sus armas en los castings posteriores. Y todo a pesar de haber tenido una infancia bastante dura, sobre todo después de que sus padres se divorciasen cuando él tenía 8 años y su madre, Grace Watson, volviese a Inglaterra. Su padre, Chris Jackman, se hizo cargo de él y sus tres hermanos: Ian, Ralph y Sonya.
La mezcla de su testosterona de dios griego y su sensibilidad de bailarín
Hugh ha sido Lobezno en las siete entregas de 'X-Men' gracias a un físico imponente. Su torno es una 'super star' en sí misma. Una anatomía que cultivó desde joven, cuando trabajó en un gimnasio, una gasolinera y como obrero de la construcción, todos ellos escenarios llenos de sugerencias. Pero Jackman es más que eso y complementa la testosterona bruta que desprende con una sutil sensibilidad que le han permitido brillar en varios musicales de Broadway y ser nominado por 'Los Miserables' a los Oscar (y a los Bafta y a los premios del Sidicato de Actores) y ganador de un Globo de Oro. Trabajó disfrazado de koala en la red de parques naturales de su isla.
Su relación serena con Deborra-Lee Furness
La mujer que le ha conquistado (al menos antes que tú) es actriz, directora y productora. Catorce años mayor que él (57-44) Deborra-Lee Furness y Hugh se conocieron en 1995 durante el rodaje de la serie australiana 'Corelli'. Poco tiempo después, Hugh le pidió matrimonio durante un picnic en un jardín botánico. Se casaron el 11 de abril de 1996 en Melbourne.
Por cómo trata a sus hijos, Oscar y Ava
"Fue doloroso. Uno pone un montón de tiempo y esfuerzo en ello, por lo que es algo muy emocional. Creo que cualquier padre puede saberlo, tratar de tener hijos es maravilloso, y cuando sientes que eso no va a suceder, aparece la ansiedad (…) Nosotros queríamos tener uno o dos hijos biológicos y luego adoptar. Pero cuando decidimos que ya era demasiado con la fecundación 'in vitro', decidimos seguir adelante con la adopción", dijo el actor tras sufrir dos abortos y adoptar a Oscar Maximillian (2000) y Ava Eliot (2005).
Porque vive "con pasión"
Estudió periodismo, pero lo dejó por la interpretación. “Mi padre, a pesar de ser contable, siempre nos habló de la pasión. Educación y pasión. Esas eran sus dos grandes máximas. Nunca me preguntó lo que quería ser de mayor. Me decía: "¿Qué es lo primero que piensas cuando te levantas? ¿Qué despierta en ti esa pasión que no puedes quitar de tu mente?".