Objetivo: agenda nueva

divinity.es 30/12/2015 14:44

La liturgia de adquirir una agenda se convierte en uno de los momentos de estos días; puedo emplear horas hasta decidirme por una, pues representa un puñado de promesas por cumplir. Un vacío a la espera de ser colmado.

Aunque para much@s de vosotr@s el tiempo de los propósitos se acople al calendario escolar, el 1 de enero recomiendo buscar lápiz y goma de borrar. Opta por un lápiz porque nada de lo que proyectes debería de esclavizarte y puede que necesites reescribirlo; al final, te propongas lo que te propongas, siempre cabe tomar un atajo, salirte del trazado original y desembocar en cualquier parte que no habías planeado. Eres tan libre de decir NO como de lanzarte al vacío.

Puesto que las agendas nos recuerdan el inexorable paso del tiempo, habitúate al 'Happy Aging' si aún no lo has interiorizado como costumbre diaria. Todos vamos a sumar años. ¡Y qué bendición hacerlo!

Yo he empezado la agenda de 2016 incluso sin inaugurar año; lo hago para comprobar que, ni de lejos, seguí la hoja de ruta del anterior, pero conforme porque alguno de esos propósitos forman parte de mi vida. Entraron en ella y se han quedado casi sin esfuerzo. Suelo volver a anotarlos, por si acaso, junto a un puñado de nuevos. Y puesto que uno de mis planes de 2015 fue idear un blog donde compartir con vosotr@s lo que me bulle dentro, os hago partícipes de mi lista para los próximos doce meses. Algunos son solo una reflexión y otros nacen con vocación de convertirse en reglas de oro para sentirse mejor. Si te gustan, si cualquiera de estas claves te acaricia el corazón, debes ponerte manos a la obra: cópialas en tu agenda, en el móvil o en un 'post it' pegado al ordenador, la puerta de la nevera o el espejo del baño. Y pásaselas a quien aprecies. Será otro regalo de Reyes.

1. Ríete. De ti misma y de tus tropiezos, incluso cuando te apetezca llorar. O por lo menos, sonríe. Cambia arrugas horizontales por perpendiculares; recuerda que estudiando el rastro que labran en un rostro puedes vaticinar qué tipo de persona tienes enfrente. Transforma la energía negativa por otra creadora, muy contagiosa.

2. Aparca el sufrimiento -es adictivo-, ese reconcome continuo que te impide disfrutar de lo que tienes, porque esa falsa creencia de que hemos nacido para sufrir no la sostiene ya ni el Papa Francisco. Estamos aquí para otra cosa y ahora te la cuento.

3. Apuesta por las emociones porque sentirlas te engrandecen. Aprende a observarlas -aquí trato de ayudarte- e identificarlas con todos sus matices, porque será un método idóneo para conocerte mejor. Asómbrate, ilusiónate, emociónate, diviértete. Saca tu niño interior. En nuestra infancia no éramos simples, sino puros.

4. Carga tus armas para batir a dos enemigos 'requetemalvados':

- la ansiedad, porque no podemos vivir en la incertidumbre de lo que nos deparará el destino; si lo que viene es negativo lo enfrentaremos y si no… ¿por qué angustiarnos y preocuparnos por adelantado?

- la culpa porque nadie puede asumir lo que no puede sobrellevar, ni tareas ni responsabilidades. No puedes complacer a todo el mundo.

5. Enfréntate a los retos con actitud positiva. Ningún encargo es menor; no existen trabajos grandes ni pequeños, sino bien hechos o no.

6. Cierra la puerta a los reproches, entre otras cosas porque los políticos nos han hastiado con ellos. Carece de sentido preguntarse ¿qué hubiera sucedido si...?, porque no posees la llave para mudar la historia. No vivas en retrospectiva. El tiempo pasado te ha ayudado a ser quien eres.

7. Aprende a valorar las pequeñas cosas. La vida, la de verdad, la real, lo que nos sucede a ti y a mí, reside en los detalles.

8. CUÍDATE, con mayúsculas. Por dentro y por fuera. De arriba a abajo. Tu cuerpo es una máquina formidable que te acompañará hasta el final, no lo maltrates. Cálzate unas zapatillas o unos tacones pero no dejes de velarlo. Considera sus cuidados mimos que te has ganado. Yo acabo de recibir unos cuantos de Massi y Nasrin Massumeh -realizo este post desde su consulta-, convencida de que me los merezco a la hora de despedir un año, especialmente generoso conmigo. Masaje, un tratamiento, esas cremas que te abrazan en cuanto destapas el bote… elige lo que más se ajuste a ti y a tu presupuesto. ¡Pero no te prives de cuidarte!

9. Lee algo más aparte de las etiquetas y lo textos de Instagram. Abre un libro, aspira el aroma que guardan sus páginas y déjate llevar. Léeme a mí -sería boba si no te recomendase cualquiera de mis novelas- o a quien tú desees, pero no dejes de abrir ventanas lejos de una rutina donde sientes tus pies sujetos a bolas de reo. Si ansías aventuras, empieza por encariñarte con un libro.

10. AMA, porque eso es en realidad para lo que has nacido, para amar. No lo desperdicies con quien no merezca tu cariño, pero tampoco lo escatimes esperando que lo recibido sea igual de recíproco. Amar te hace feliz solo por el hecho de sentirlo tú.

Y nunca cierres la puerta al amor. Llega siempre. Te lo aseguro.

¡¡HAPPY 2016!!