Hugo Albornoz, creador del festival Love de Tuenti’s: “Muchos artistas no esperaban volver a tocar en un escenario así”

divinity.es 09/06/2019 10:28

Si hay algo que nos chifla a los millennials eso es la nostalgia (sobre todo porque es ahora cuando empezamos a tenerla). A los que nacimos en los 80 y principios de los 90 nos encanta echar la vista atrás a otras épocas como la infancia, el instituto, la universidad y recordar de paso las series, las modas, los juguetes, las pelis y, sobre todo, los TEMAZOS que las marcaron: ¿Quién no lloró lo más grande escuchando ‘Qué pides tú’ de Álex Ubago en el discman? ¿Quién no se creyó DJ mezclando canciones y discos del Caribe Mix en la minicadena de casa cada verano? ¿Quién no se cantó enterito el primer disco de Melendi sin tener ni idea de lo que hablaban realmente sus letras? ¡Ese ‘Flying Free’ de Pont Aeri, 'No rompas más', 'La raja de tu falda', 'Freed From Desire'... Nanara naranana, nanara, naná! Temazos todos.

Para los treintennials como yo, los 90 y los "primeros 2.000" nos encantan. Y por eso, nos frotamos las manos y nos venimos arribísima con festivales como Love The 90's y Love de Tuenti’s; más que nada porque muchos de nosotros no teníamos edad legal por aquel entonces para ir a los conciertos de los artistas que seguíamos y porque nos recuerdan a épocas pasadas y felices donde no teníamos responsabilidades y vivíamos divinamente. En Divinity hemos hablado con Hugo Albornoz, CEO de la promotora sharemusic, y uno de los creadores de estos eventos, para que nos hable de estos “festivales de la nostalgia” y de lo que nos vamos a encontrar a finales de junio en Love de Tuenti’s.

Probablemente ahora esté hablando con uno de los reyes de la nostalgia musical ya que habéis conseguido recuperar a muchos artistas de los 90/2.000 y los habéis puesto de nuevo sobre el escenario... ¿Cómo surgió todo?

Los periodistas lo llamáis “la tormenta perfecta”. Hace referencia a los estudios que van apareciendo y que dicen que, a la gente de más de 30 años, le da pereza escuchar música nueva: aprendes a consumir la música dependiendo del estado de ánimo o de dónde vayas (al gimnasio, a correr, a trabajar, etc). Al final también tienes menos tiempo para el ocio y para descubrir. Luego también hay un punto en el que tienes más obligaciones como trabajar, tener hijos, etc. y más responsabilidades. Entonces, cuando sales, eliges muy bien a lo que ir y porqué pagar. Además, en este caso, esta música te recuerda a un punto todavía de libertad donde esas responsabilidades no eran el día a día de tu vida.

Finalmente, también hay una parte importante de pasión nuestra, porque somos fans de esta música y hemos hecho un concierto para fans: les hemos ofrecido lo que a nosotros nos habría gustado escuchar en la pista de esos artistas, que en su momento eran muy denostados, o que no se les tuvo en cuenta porque era música que no se respetaba, no se les dio su lugar o tampoco se pudo disfrutar en concierto porque eran de ‘one hit wonder’ (solo un éxito).

¿Con cuál de vuestros eventos arrancasteis?

Empezamos con Love The 90´s y luego, viendo un poco que la gente no dejaba de salir en el 2.000, vimos que había una década que dejaba hueco para “los tuenti´s” porque fue la última vez que la música de baile sonaba en las radios de manera mainstream. Además había artistas buenísimos: belgas, italianos, españoles...

Cuando anunciasteis Love the 90’s en mi entorno se vivió una especie de locura colectiva: todos estábamos living

¡Justamente! Pensando en un target como tú creamos el concierto de los 90 porque muchos, por un motivo u otro no pudimos vivirlo en los 90. ¡Es un sueño cumplido!

En todas las ciudades y para casi todos vuestros formatos hacéis sold out: ¿crees que había un vacío para ese target? ¿La nostalgia vende?

Vende si el producto que haces es serio. Hemos visto muchas cosas de nostalgia pero la gente tampoco es tonta… Para que te pongan la lista de Spotify o el tablao flamenco con cuatro luces como una disco móvil de pueblo, pues no: nuestras propuestas no tienen nada que envidiar a unos premios MTV, a una final de Eurovisión o con escenarios que solo tienes en España cuando viene alguna diva del pop... Lo hemos traído a 2019 con lo último en tecnología, con lo cual disfrutas de esa música de manera diferente. Merece la pena salir de casa, dejar a los niños, quedar con los amigos. Nos gastamos una pasta en la producción y sabemos que es el éxito para que dure.

Ahora con Love the Tuenti’s dais un pasito más y no solo cubrís la música dance, si no también el pop, la música latina y además os vais a un recinto más grande. ¡Es un poco como juntar todos los CD del ‘Caribe Mix’ en un mismo festival!

Sí, con "tuenti's" lo que quisimos fue llevarlo a lo divertido. En este caso fue en el pop donde tuvimos un montón de explosión de grupos nacionales: Estopa, El sueño de Morfeo, etc. Y luego algo que todos bailábamos como King África, Las Ketchup, Malena Gracia, o sea, todo lo más “hortera”... Eran las noches de verano donde empezabas escuchando pop y terminabas con dance. Tiene todo lo que te hace falta para transportarte a una noche del 2.000. ¡La zona de aforo se llama playa mix por el disco 'Caribe Mix'!

Hay de todo en Love the Tuenti's, aunque a me gustaría hablar del escenario playa que es un poco el “petardeo” de la noche (y que también tiene su público, me incluyo). ¿Crees que ahora nos hemos abierto más a nivel musical y no nos da vergüenza reconocer que nos lo pasamos genial con este tipo de música?

¡Sí! Excepto que yo creo que antes estaba todo como más estancado: los estilos, las tribus (el que era heavy, el que era pijo, el que era rockero...). Ahora lo bueno es que la música no tiene complejos: soy capaz de ir a ver Vetusta Morla y al día siguiente a ir a Playa mix.

Nuestra propuesta no es de culturizar a nadie, es de divertir y creo que la gente así lo ha entendido. Además, yo creo que nuestros conceptos gustan tanto porque la gente sabe que no hay ni una sola canción de relleno: es como poder ver en vivo tu lista favorita de Spotify de subidón.

Oye, ¿cómo reaccionan los artistas cuando les contáis el proyecto?

El primer año nos costó muchísimo sobre todo con los internacionales, porque no entendían para qué les pedíamos las pistas de audio para poder hacer las coreografías con los bailarines. ¡No entendían nada! Ahora es muy fácil, llamamos a la puerta de artistas y le podemos enseñar el portfolio: los vídeos, fotos, artistas que han ido... A veces hay artistas europeos que nos llaman a nosotros porque se han enterado que el mayor festival del momento es el nuestro y quieren ir porque muchos de ellos no esperaban volver a tocar en un escenario así.

Dentro de que son 'one hit wonder’, la gente los recibe con mucha más energía porque es flipante para el que lo ve y para el que lo está haciendo, y porque ya no se esperaban volver a hacer eso. ¡Es un subidón mutuo!

Y a nivel fan, de todo el cartel de Love the Tuenti’s y Love the 90’s: ¿cuál es el artista que más ilusión te hizo conseguir?

Pues, personalmente, Ace of base, Technotronic, Haddaway, Dr. Alban, Safri Duo que ha sido difícil... La suma de ellos es lo que normalmente crea el efecto coral: ese “¡Wow!”

¿Y alguna espinita de algún artista que haya sido imposible?

¿A quién molaría? ¡Pues a las Spice Girls! (ríe) Pero bueno, alguna espinita siempre habrá... O alguna cantante que ha muerto, como por ejemplo la de The Cranberries, que también nos gustaría traerlos, pero bueno, también eso nos dejará parte de magia, ¡les haremos nuestros homenajes poniendo las canciones!

A todo esto: ¿qué es lo más fuerte que hiciste en los 90 o en los 2.000?

Yo siempre he sido de los que se cogía un avión y me iba a ver festivales o fiestas por ahí. ¿Lo más fuerte? Pues mira, me quedé a punto de ir a ‘Love Parade’ porque me quedé en una fiesta metido. Es la cosa que me hubiera gustado hacer pero no hice aunque estuvo cerca...

¡Pues menos mal porque con lo que pasó…! Por cierto, toca mojarse: ¿con qué década te quedas: con los 90 o con los 2.000?

¡Me quedo con los 90!

Love the Tuenti's se celebrará el 29 y el 30 de junio en IFEMA (Madrid). Tendremos que ir a bailar por nuestra adolescencia, digo yo.