Si te gusta disfrutar de la música y de la experiencia festivalera sin necesidad de desfasar como cuando tenías 20 años, bienvenido/a: estás en el sitio adecuado. Aquí encontrarás una guía para disfrutar de los festivales nivel "señora/señor". 11 años de experiencia me avalan, oiga. Eso sí, ojo: esto no es solo un listado de festivales del próximo año de España y alrededores ordenados por fecha (eso ya lo hacen otros mejor que yo). No: esto es una guía de consejos que he ido poniendo en práctica y que responde, o al menos trata de responder, a todas las preguntas que os inquietan, atormentan o perturban en torno a los festivales: ¿Cómo hago para no morir arruinada? ¿Camping o casa? ¿Qué hago si compro las entradas y luego no puedo ir? ¿Y si a mis amigos no les mola la misma música? Yo que sé: ¿cuándo es el mejor momento para sacar el móvil? Allá va.
Cuando un festival termina, casi al día siguiente (dependiendo del subidón que tenga la organización) o uno o dos meses después, saca a la venta las entradas del próximo año. A veces anuncian un cabeza de cartel a modo de aperitivo con algún plato fuerte, y otras veces ni eso, pero sacan una primerísima tirada de entradas a precio “reducido” (dependiendo del festival varían los precios). De septiembre a diciembre es cuando las entradas están a precio asequible, luego ya tendrás que hacer números. A partir de enero ya no esperes milagros...
Aquí la clave está en jugársela. Mi consejo es: si te suele gustar la línea del festival (por ejemplo, Tomavistas Festival, Mad Cool o el Primavera Sound que la tienen muy marcadita) o te dan igual los grupos pero te lo pasas genial porque lo que te gusta es el ambiente (tipo Sonorama o el BBK Live), no te lo pienses: COMPRA, cuanto antes y cuando te avisen. Ni siquiera tienes que hacer el esfuerzo de estar pendiente, ¡las redes sociales y tus amigos más espabilados lo harán por ti!
Que ojalá estéis forrados y el dinero no os importe, pero, si como muchos treintennials llegas justo (o no llegas) a fin de mes, es mejor quitarse ese gasto cuanto antes porque luego, cuando llegue el evento se acumularán más gastos y entonces los festivales sí que salen caros: se juntará pagar la casa, el transporte (si sales fuera), la bebida y la comida, etc.
Igual en este primer punto dices: “¡PERO VAMOS A VER CÓMO VOY A COMPRAR ENTRADAS PARA DENTRO DE UN AÑO SI NO SÉ QUÉ VA A SER DE MI VIDA O SI ME VAN A ECHAR DEL TRABAJO O ME VOY A MORIR, MADRE MÍA QUÉ AGOBIO!”. Ok, en ese caso, pasemos al siguiente punto.
¡Que todos los males sean esos! Si no puedes ir siempre podrás venderla anunciándolo en tu círculo de amigos, por redes sociales (anunciar las entradas en los eventos de Facebook del festi suele funcionar bastante bien) o en páginas de compra y venta legal de entradas como esta.
Vender siempre vas a poder vender después, pero comprar a precio baratito no lo vas a poder hacer (punto 1). Y si te quedas esperando a comprarlo todo a última hora corres el riesgo de que se te empiecen a solapar gastos.
Importante: la gente que especula con el ocio de los demás comprando entradas para revenderlas después a precios desorbitados se merecen todo el mal de este mundo. Este consejo no va para esa gente.
Esto es serio. Elegir buenos compañeros para irte de festival es importantísimo, es casi tan importante como elegir buena compañía para viajar pero con un nivel más de complicación porque vais a vivir situaciones “complicaditas”: colas interminables, esperar a que todos terminen y se muevan, se duchen, desacuerdos por grupos que unos quieren ver o que no, gente que se pasa con el alcohol y hay que controlar... SITUACIONES, COSAS, MOVIDAS.
Mi consejo aquí es ir con las personas con las que te compres la entrada y que vayas a fuego con ellos, aunque tampoco está de más tantear otros terrenos y preguntar a más gente (poca) si va, sobre todo para encontrar aliados para ir a algún concierto al que tu grupo de “origen” no quiera ir.
Por favor: no centres todos tus esfuerzos en encontrarte con toda la gente que te ha dicho que va al festival. Esa es una idea FATAL. Si entre semana o al año te cuesta quedar con gente de tu misma ciudad: ¿qué te hace pensar que quedar en un recinto con 50.000 personas va a ser el mejor sitio? Además a veces hasta se va la cobertura de lo saturado que está todo. Si te los encuentras, genial: eso que te llevas. Si no, tampoco pasa nada. Esto es un poco como en el que camino de Santiago: “lo que el festival te de”.
Si ignoras mis consejos porque no soy ninguna autoridad mundial ni ninguna influencer allá tú. Pero por lo menos fija un sitio de referencia para quedar al principio para que te puedan localizar tus amigos en caso de perderte, de que te roben el móvil o de que te quedes sin cobertura. A mi me han pasado todas las opciones anteriores y créeme, esto es útil.
Esto que voy a decir es una tontería pero una buena idea es compartir ‘tokens’ y minis (cachis/macetas). Más que nada porque así no se os calienta la cerveza y no están los precios en los festivales como para ir derrochando, la verdad.
Yo antes me lo curraba un montón y ahora soy práctica: nada de monos, nada de medias, nada de zapato al aire o calzado nuevo (que sea cerrado pero viejito, las deportivas son ideales).
Luego claro, hay festivales y festivales: no es lo mismo el Arenal Sound que es como si estuvieses en una misión especial en Vietnam que el Madcool, que lo más arriesgado que haces es montarte en la noria. Además, se puede ir cómoda pero sin renunciar al glitter.
Dice una amiga mía que los móviles en los conciertos son buenos medidores de los temazos. Pues efectivamente: cuando el grupo canta el tema más conocido en cuestión tooooodo el mundo saca sus móviles. Ante esto dos cosas: trata de no pasarte el concierto entero grabando (aprovecha que estás en un concierto y vive la experiencia. Graba algo, pero no TODO) y lo segundo: ¿Por qué no te esperas a una canción menos conocida en la que hay menos móviles en el aire? Te saldrá mejor la foto. DE NADA.
Para gustos los colores (y más sobre festivales que hay mucha variedad) pero yo, como buena señora, estoy en un punto en el que ya no estoy para festivales que impliquen 4 días + fiesta de bienvenida. Qué pereza. A mí ahora me pide el cuerpo un festival de poquitos días o días sueltos, cerca de casa y que no esté muy masificado.
Aquí mi lista de festivales para treintennials favoritos: Tomavistas, Tuenti Festival, Río Babel, Noches del botánico (que va por días sueltos), Mad Cool, Gigante (del que también os he hablado alguna vez).
¡Y ya estaría! Lo que no os puedo contar, que también es muy útil, es el truco definitivo para coger un sitio 10 en un concierto llegando a última hora porque si no se me fastidiaría la cosa y bueno, siempre hay cositas que una se tiene que guardar. ;)