-Mamá, ¿seguro que quieres que me lea esto?

-Claro. Por eso te lo regalo -digo-. Y pongo el libro en sus manos.

-O sea, que tú crees que soy rebelde.

-Todas las niñas son rebeldes.

-¡¡Bien!! Se acabó hacer los deberes.

He regalado a mi hija 'Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes', una de las últimas apuestas de Destino con 100 historias de mujeres extraordinarias. Me gusta porque me recuerda a aquellas otras #ciendecien poetas que se marcó mi admirada Elena Medel, pero en versión junior. Contiene cien minibios de cien mujeres relevantes (muchas de ellas desconocidas para mí) y cien deliciosas ilustraciones de sesenta artistas de todo el mundo. Es la pera, el libro.

-A lo mejor lo más rebelde es hacer los deberes -digo. Y sé que estoy siendo muy cursi, que es algo que detesto. Cambio de estrategia. Leo para ella la primera página. En alto y con convicción.

-¿Qué siempre tengo razón? Esto te lo voy a recordar a ti, ¿eh? Tú eres la que se cree siempre con la razón.

-No se refiere a eso -digo-.

Zasca 1.

-¿Pero de qué va?

-Cuenta la vida de cien mujeres extraordinarias.

-¿Y por qué es solo para niñas?

-Para niñas rebeldes, acuérdate.

No sé qué decir. Creo que me rajo. Que mejor cuando sea mayor, que me he pasado. Tiene sólo siete años y medio. Pero justo leo el prólogo en diagonal y resulta que el libro en cuestión nace de una iniciativa crowfunding que ha recaudado más de un millón de dólares. Es el libro que más recursos ha obtenido en la historia del financiamiento colectivo. Y claro, lo pienso. Una vez más, rescatar la biografía de mujeres relevantes del basurero de la historia sigue siendo una actividad que parte del activismo. Así que me lanzo.

-Mira, una niña rebelde es una capaz de pensar siempre por sí misma. Y tú eres rebelde y espero que lo seas siempre. Pero para pensar por ti misma necesitas conocer. Y para conocer tendrás que leer y pensar y atreverte a abrir este libro.

-¿Y los niños?

Zasca 2.

-Los niños también. Pero las niñas más.

-¿Por qué las niñas más?

Y van 3.

-Porque, durante mucho pero mucho tiempo, la vida de muchas mujeres se olvidó. Mujeres deportistas, astronautas, astrónomas, biólogas, guerrilleras, escritoras, piratas, rockeras, emperatrices, pilotos, políticas, espías, modelos, arqueólogas... Todas olvidadas. Fueron al parar al cementerio secreto de las mujeres célebres. Y lo peor, es que no sólo se olvidaron sino que se hizo creer a muchas niñas que no podrían ser ese tipo de mujeres. Es decir, que había cosas que no podían ser por el hecho de ser niñas. Por eso es muy importante recordarlas a todas. Porque al hacerlo recordamos que tú puedes ser lo que quieras. Y eso es ser rebelde. Como tú.