A los famosos les encanta hacer un montón de cosas absurdas para diferenciarse de la plebe mundana. Lo de casarse en secreto y luego sorprender con la noticia del desposo por sorpresa siempre se ha llevado mucho en el entorno famosil pero esa moda vive estos días un nuevo repunte. La última en dar la sorpresa nupcial ha sido Halle Berry, y también recientemente, la soprano española Ainhoa Arteta, la princesa del softrock estadounidense Avril Lavigne y el futbolista uruguayo Diego Forlán nos han sorprendido con matrimonios inesperados.

Los tres han elegido las redes sociales para informar a sus fans de sus románticos enlaces. Tanto la soprano vasca, que se casó en la localidad guipuzcoana de Fuenterrabía con el jinete Jesús Garmendia; como el ex delantero del Atlético de Madrid, colgaron varias fotografías del evento para deleite de sus seguidores. Por su parte Avril Lavigne se limitó a confirmar la noticia porque había vendido la exclusiva del enlace a una revista del corazón.

Hace tan solo un año Pelma Ortiz, la hermanísima de mi compañera de profesión y princesa de todos los españoles, también tuvo su ración de casamiento sorpresivo. La Dannii Minogue del Palacio de la Zarzuela se casó en secreto dos veces con el abogado Jaime del Burgo: una “legal” en el navarro monasterio de Leyre y otra “festiva” en un hotel de Roma a la que acudieron, entre otros miembros de la familia Ortiz Rocasolano, don Felipe y doña Letizia.

Antes que ellos son muchos los famosos que habían optado por este tipo de enlaces inesperados: Penélope Cruz y su pro-comunista marido Javier Bardem hicieron lo propio en la clásica boda proletaria en las Bahamas en julio de 2010. La nuera de la musa bolchevique Pilar Bardem lució en una íntima ceremonia a la que solo acudieron familiares y amigos íntimos de la pareja un vestido del diseñador John Galiano.

Julio Iglesias y Miranda, por su parte, huyeron de la ostentación y se casaron en secreto el 24 de agosto de 2010 en la parroquia Virgen del Carmen de Marbella, tras 20 años de relación, con sus cinco hijos en común como únicos testigos. Eso sí, vendieron a precio de oro la exclusiva a la revista ‘Hola’. También modesta pero sin exclusiva de por medio fue la boda sorpresa de Ana de Armas y Marc Clotet. Las dos jóvenes promesas de la ficción española, hoy ya separados, se casaron en 2011 en una íntima ceremonia celebrada en la Costa Brava.

Alejandro Sanz y Raquel Perera también optaron por el sistema de “boda por sorpresa” para su unión matrimonial el pasado año. El cantante del corazón partío y su señora aprovecharon la celebración del bautizo de su hijo Dylan en una finca de la provincia de Cáceres para sorprender a los invitados con el doble festejo. La pareja mandó varios días después un comunicado con una foto a los medios.

Tras seis años de relación, la actriz Vanesa Romero y el guionista Alberto Caballero se dieron el ‘sí quiero’ una discreta e íntima ceremonia que tuvo lugar en el Hotel Villa Gadea, en Altea (Alicante). Los novios también compartieron su primera foto de recién casados a través de Twitter. La actriz de la serie 'La que se avecina' eligió a Hannibal Laguna para que le vistiera en el día más importante de su vida.

Carlos Moyá y Carolina Cerezuela se casaron en secreto en Palma de Mallorca hace justo dos años. El tenista y la actriz y presentadora se dieron el sí quiero en un enlace civil a la que solo acudieron una treintena de invitados. En la fotografía oficial que la pareja distribuyó a través de las redes sociales aparecía, además, su entonces única hija Carla.

Otro Carlos, Baute, también optó por la boda secreta. El cantante venezolano se casó por sorpresa para todos con Astrid Klisans en una ceremonia íntima y civil que tuvo lugar en la casa familiar que los padres de la novia tienen en Letonia. Eso sí para la boda religiosa montó un bodorrio propio de una Infanta y organizó una macroceremonia en El Escorial.

Los famosos internacionales también son muy dados a este tipo de enlaces sorpresa: Beyoncé y Jay-Z, Ryan Reynolds y Blake Lively, Megan Fox y Brian Austin Green, Orlando Bloom y Miranda Kerr o Britney Spears y Kevin Federline son algunos nombres de celebs ‘made in USA’ que también optaron por las bodas “discretas”.